Bilbao - Responsabilidad y sensatez. La primera, para cumplir con la promesa de entregar las obras de la Y vasca en el año 2019; y la segunda, para no desviar los fondos europeos de financiación a proyectos ferroviarios secundarios descuidando tramos prioritarios para la Unión Europea como es el caso del trazado vasco, integrado en el Eje Atlántico. Por estos motivos, la UE presionará a los Estados miembro -España y Francia, por ejemplo- para que den prioridad a este tipo de conexiones transfronterizas.
Solo así, enfatizó ayer Michael Cramer, presidente de la Comisión de Transportes y Turismo del Parlamento Europeo, será posible aprovechar al máximo la red ferroviaria de altas prestaciones europea desde Helsinki hasta Lisboa, que actualmente, a su juicio, más bien podría ser comparada con un trabajo de patchwork, “con retales, lagunas y vacíos importantes”.
Cramer, que encabeza una delegación de nueve europarlamentarios pertenecientes a cinco grupos políticos que realiza una visita de tres días a los tres Territorios Históricos, insistió en que los fondos comunitarios para infraestructuras de transporte son para proyectos europeos y no para otros sectores. De este modo tan discreto pero tajante leía la cartilla a las administraciones española y francesa, a las que reclamó que presten la debida atención a los tramos de la red ferroviaria de altas prestaciones que están bajo su encomienda. “La responsabilidad fundamental está en manos de los Estados”, despachó.
Y es que, tal y como añadió el presidente de la Comisión de Transportes y Turismo del Parlamento Europeo “la experiencia me enseña que los Estados miembros prefieren utilizar fondos para proyectos nacionales y no necesariamente aquellos con un valor añadido por ser europeos. Sabemos que es un proyecto caro, [la Y vasca] puesto que el 80% del recorrido debe hacerse a través de túneles y viaductos, pero para nosotros es una infraestructura clave porque conecta Europa. La Y vasca no es un proyecto regional. Nuestra misión desde el Parlamento Europeo es luchar para que estos proyectos transfronterizos claves para la UE se respeten”.
Así las cosas, Cramer confió en la promesa lanzada a comienzos de año por el Ministerio de Fomento de tener finalizada la Y vasca en 2019 y no acumule más retrasos. “Esperamos que se respete el plazo”, dijo el presidente de la Comisión de Transportes y Turismo. “Queremos que haya conexión y que España cumpla con sus compromisos”, apostilló. Cramer también tuvo palabras para la Administración francesa a la que, aseguró, el Parlamento “insiste mucho” para que construya la conexión en alta velocidad desde Burdeos hasta Hendaia.
Retrasos No obstante, el político alemán reconoció que en los grandes proyectos de infraestructuras siempre se producen demoras. En este sentido, reconoció que “es más importante la seguridad que la velocidad en la ejecución”. En cualquier caso, en los próximos meses, los integrantes de esta Comisión recibirán los informes elaborados por los coordinadores de la decena de proyectos prioritarios de la red transeuropea de transporte -entre los que se encuentra el trazado de la Y vasca- para conocer el estado real de las obras y su planificación y, de paso, saber si efectivamente existen aplazamientos en la ejecución de alguno de esos trazados.
A este asunto, justamente, se refirió, la europarlamentaria de EAJ-PNV Izaskun Bilbao -integrante de la delegación europea que estos días conoce los modelos de movilidad urbana y las experiencias innovadoras del sector turístico vasco- quien subrayó que el propio comisario de Transportes de la UE, Carlo Secchi, “ha hecho siempre una valoración positiva” de la gestión del Gobierno Vasco y del ritmo de ejecución de las obras. La jeltzale, acallaba de este modo las últimas palabras de Arantza Quiroga (PP) en las que acusaba a la Administración vasca de retrasos en las obras del ramal guipuzcoano. “Que cada uno asuma su responsabilidad”, zanjó Izaskun Bilbao.