BARCELONA. A los detenidos, de entre 20 y 32 años, vecinos de Barcelona y de nacionalidad ecuatoriana, colombiana y venezolana, se les acusa de amenazas, coacciones, defraudación de fluido eléctrico y delitos contra la salud pública.

La investigación se inició el pasado 31 de enero cuando un joven de catorce años, acompañado de su padre, denunció a los mossos que había sido amenazado por un grupo de cinco hombres a los que conocía desde hace tiempo para que vendiera marihuana.

El joven explicó que en diciembre le dieron un paquete de marihuana para que la vendiera y que al negarse lo amenazaron con un bate de béisbol, y que en otra ocasión le llegaron a coger por el cuello y lo intimidaron con un cuchillo.

El menor informó de que no era el único y que conocía a otro menor en su misma situación, y que había quedado con estas personas para darles el dinero de la venta.

Con la información, los agentes montaron un dispositivo para detenerlos, pero al encuentro solo acudieron dos hombres que fueron detenidos, y a los que se encontraron tres bolsitas de marihuana similares a las que el menor había entregado a la policía.

Los investigadores localizaron al segundo menor, de 15 años, que por las amenazas llegó a temer por su vida, que explicó que el grupo movía grandes cantidades de marihuana en bolsas de deporte y mochilas.

Las mismas fuentes han indicado que con los datos aportados por los dos menores se pudo identificar a todos los miembros del grupo, y que poco después fue detenido otro de ellos.

Además, ese mismo día, al registrar el domicilio de uno de los detenidos, en el que estaban los otros dos integrantes del grupo que también fueron detenidos, se encontró una plantación de marihuana con 25 plantas en crecimiento y otras acabadas de cortar.

Para dos de los detenidos el juez decretó la libertad con cargos y una orden de alejamiento de sus víctimas, y los otros tres fueron puestos en libertad y están pendiente de declarar en sede judicial.