VITORIA. El Ministerio Fiscal pedía para cada uno de los acusados 13 años de cárcel pero en el inicio de la vista oral modificó su petición y rebajó la pena para ambos a 5 y 7 años de cárcel, respectivamente, lo que fue aceptado por ellos.

La Fiscalía estimó para tal rebaja que uno de los acusados reconoció los hechos antes de que se conociera su participación en los mismos y abonó el importe en concepto de responsabilidad civil, y que el otro actuó por su dependencia a las drogas, por lo que pidió la atenuante de drogadicción.

La sentencia declara probado que el 8 de abril de 2010 ambos irrumpieron en la sucursal de la Caja Vital de Villabuena de Álava con el rostro tapado con pasamontañas y sendas pistolas. En el lugar sólo estaba el director de la entidad al que obligaron a introducirse en el cuarto de baño.

En ese momento accedió a la sucursal una empleada a la que encañonaron y obligaron también a meterse en el aseo.

Los dos acusados exigieron al director que abriese la caja fuerte apuntándole con el arma pero no pudieron conseguir su propósito por el sistema de seguridad de apertura retardada.

Lo que sí hicieron antes de abandonar la sucursal fue robar 60 euros a la empleada que tenían retenida y se apoderaron de un portamonedas que había sobre una de las mesas de la oficina que contenía 25 euros.

La resolución también explica que el 12 de mayo de 2011 ambos irrumpieron sobre las 10.20 horas en una sucursal de la Caja Vital de Baños de Ebro ocultando su rostro y con sendas armas de fuego.

En ese momento estaban en la oficina el director y una empleada a quienes encañonaron. En este caso, los atracadores se hicieron con 2.208 euros y con otros 60 euros que pertenecían a la trabajadora.

A continuación, condujeron a los dos rehenes al cuarto de baño, amenazándoles con las pistolas, y les ataron las muñecas con unas bridas.

Los dos acusados fueron detenidos el 19 de mayo de 2012 y se les decomisaron las armas con las que supuestamente habían cometido los atracos.

La sentencia considera que ambos son culpables de dos delitos de robo con violencia y uno de detención ilegal, con el agravante de disfraz. A uno de los acusados le aplica las atenuantes de confesión y reparación de daños, y al otro la de drogadicción.

En uno de los casos el magistrado tiene en cuenta la reincidencia, ya que uno de los acusados fue condenado por un tribunal de Pamplona a ocho meses de cárcel por un robo con fuerza.

Los dos hombres deberán asimismo indemnizar a la Caja Vital con 2.240 euros en concepto de responsabilidad civil. Las dos trabajadoras no reclamaron porque fueron indemnizadas por la sucursal bancaria.