Bilbao - La comunidad educativa reaccionó ayer prácticamente al unísono y expresó de forma mayoritaria su rechazo al real decreto del Gobierno español que permite a las universidades ofertar grados de entre tres y cuatro años y másteres de entre uno y dos años. El próximo lunes, rectores y estudiantes analizarán por separado una reforma que para la UPV “es prematura”, pues llega antes de que se haya podido evaluar la anterior.

A través de un comunicado, la Universidad del País Vasco señala que “al igual que el resto de las universidades del Estado, articuladas en torno a la CRUE -Conferencia de Rectores de Universidades Españolas-, no cuenta con información detallada acerca del contenido de la regulación” aprobada ayer, “de modo que resulta difícil realizar una valoración pormenorizada”. Según la UPV/EHU, el Decreto Ley aprobado por el Gobierno español articula para el futuro una nueva estructura docente, pasando del sistema 4+1 (grados de cuatro años, postgrados de uno) a un sistema 3+2 (grados de tres años, postgrados de dos). La Universidad del País Vasco considera que esta decisión puede ser prematura y solicita una moratoria. Añade que “la implantación del sistema 4+1 es tan reciente que no ha habido posibilidad de realizar una evaluación del mismo. Es decir, es preciso analizar los resultados del sistema recientemente puesto en marcha antes de abrir la vía de un nuevo sistema. Siendo esto así, apostar por el cambio no es la decisión más adecuada”.

La vicerrectora de Estudiantes, Empleo y Responsabilidad Social de la UPV/EHU, Maite Zelaya, resaltó que este curso académico será el primero con titulados en el sistema 4+1, por lo que insistió en que lo primero es “detectar debilidades y fortalezas, y en su caso, optar por la nueva alternativa”. Sobre el carácter opcional del nuevo sistema, apuntó que, en la práctica, esa voluntariedad “se puede ver debilitada por el hecho de que las universidades del entorno adopten un sistema y otro”.

Por su parte, la UPV/EHU insiste en el carácter prematuro de esta medida, muestra su preocupación por la misma y anuncia que de cara al próximo curso mantendrá la actual estructura de sus títulos, aunque el real decreto aprobado ayer da vía libre a las universidades para poner en marcha ya en septiembre de 2015 el nuevo sistema.

reflexión y movilizaciones En el conjunto del Estado español, mientras la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas -CRUE- considera que la reforma es “inoportuna” y puede contribuir a “un mayor desequilibrio” en la oferta de titulaciones universitarias, el Sindicato de Estudiantes ha optado por las movilizaciones y convocará una “gran huelga” de 48 horas contra la reforma por considerar que va a convertir el título universitario en “papel mojado” en el mercado laboral.

El pasado mes de octubre, la CRUE pidió al ministerio actuar “sin prisas” y aseguró que los rectores “no quieren llegar a un punto en que todas las universidades tengan que ponerse de acuerdo para no aplicar el decreto”. “Esto no tiene que hacerse por mala voluntad, sino por convencimiento”, afirmaban los rectores. Según la institución, sería “imprudente” reformar el sistema de titulaciones universitarias cuando apenas han finalizado sus estudios las primeras generaciones del Plan Bolonia y todavía quedan estudiantes del plan anterior. - Efe/E.P.