BILBAO. El programa de detección precoz, puesto en marcha el año pasado, ha revelado otros 14.066 casos de lesiones premalignas en el colon y el recto que podrían derivar en tumores malignos si no se hubiesen descubierto a tiempo, ha señalado el consejero vasco de Sanidad, Jon Darpón, en la conferencia de prensa en la que se ha hecho un balance de la prueba preventiva.

La prueba, con un coste de 2 euros frente a los 27.000 que cuesta el tratamiento de un cáncer de este tipo, se remitió al 100 por cien de la población vasca considerada de riesgo de padecer o desarrollar esta enfermedad maligna: hombres y mujeres de entre 50 y 69 años de edad.

La población vasca de riesgo es de unos 580.000 ciudadanos; es decir, poco más del 5 % del total de los habitantes de la Comunidad Autónoma.

De ellos, realizaron el test voluntario un 69 %, es decir, casi siete de cada diez posibles afectados.

La prueba, que consiste en un análisis de sangre oculta en las heces, permitió detectar y poner en tratamiento 1.948 cánceres invasivos no detectados, de los cuales el 65 % (unos 1.266), lo fueron en estadios precoces; es decir, sin ganglios ni metástasis y con mas probabilidades de supervivencia.

Actualmente se declaran en el País Vasco más de 1.900 cánceres nuevos al año de colon y recto, con mayor prevalencia entre los hombres que en las mujeres, aunque sumados los afectados de ambos sexos, sitúan a este tumor en segunda posición en incidencia entre la población vasca.

El consejero vasco de Sanidad ha reconocido en la presentación del balance de dicho programa de Cribado de Cáncer de Colon, llevado a cabo en colaboración con la Asociación Española de Lucha Contra el Cáncer, que la prevalencia de este tumor es creciente en el País Vasco aunque "no alarmantemente creciente".

Desde 1990, las cifras de mortalidad por este tipo de tumor se han estabilizado en Euskadi gracias a los buenos tratamientos desarrollados a lo largo de estos años para combatirlo, ha indicado por último.