gasteiz - Osakidetza quiere una receta electrónica a prueba de fallos. Por ello modificará el sistema de e-rezeta para que los farmacéuticos puedan dispensar medicamentos aunque se produzca algún fallo técnico en el programa informático que sustenta esta receta y a través del cual se gestionan las prescripciones. El director de Farmacia, Iñaki Betolaza, explicó ayer que la medida mejorará el sistema, a pesar de que el volumen de incidencias es “muy bajo”. No en vano, en nueve meses que lleva a pleno rendimiento, la red ha registrado 41 incidencias y solo siete han causado la pérdida del servicio durante 23 horas. Cada día, Osakidetza realiza 95.000 de este tipo de dispensaciones, el 80 % del total de las prescripciones efectuadas por los médicos del Servicio Vasco de Salud. Betolaza, que compareció ayer ante la Comisión de Salud del Parlamento Vasco, anunció que desde el inicio del proyecto en 2012 se han dispensado más de 26 millones de recetas, la mayoría de ellas (21,7 millones) correspondientes a 2014, primer año con el sistema completamente desplegado en las 851 farmacias vascas.

Este dispositivo permite que los usuarios adquieran sus medicamentos -siempre que el médico haya introducido el tratamiento en el sistema informático- mostrando en la farmacia su tarjeta sanitaria, sin necesidad de una receta en papel. La implantación de este sistema ha costado 10,7 millones de euros.

El director de Farmacia de Salud, aludió a las quejas de algunos ciudadanos y farmacéuticos sobre los fallos ocasionales registrados en el sistema, asegurando que las incidencias técnicas que se han producido han sido “mínimas”.

En conjunto, los fallos han afectado al servicio durante 23 horas, sobre un total de actividad de las farmacias de más de 6.500 horas. “El nivel de incidencias ha sido muy bajo”, insistió. En este sentido, explicó que cuando hay una incidencia “desde el minuto uno automáticamente se imprimen recetas en los centros de salud” para que el ciudadano pueda conseguir su medicamento con normalidad.

De todas formas, anunció la modificación del dispositivo, de forma que los farmacéuticos puedan administrar los medicamentos incluso en los momentos en el que sistema no esté operativo. Betolaza explicó que, en estos casos, se realizaría un “ajuste” posterior entre la farmacia y Osakidetza para registrar los productos dispensados por esta vía.

Las visitas a los centros de salud han disminuido desde la puesta en marcha de la receta electrónica, mientras que han aumentado a las boticas. El nuevo sistema ofrece “fiabilidad total”, indicó Betolaza, quien también puso de manifiesto que reduce el riesgo de robo o pérdidas de recetas en las farmacias.

93.193 peticiones. Salud ha concedido el 95 % de las 93.197 solicitudes recibidas para ayudas por el copago farmacéutico.

57 euros. La mayoría de los beneficiarios han sido pensionistas (79.422) que han recibido un reintegro medio de 57,2 euros.