Bilbao- Los nervios son el peor enemigo. ¿Cómo tranquiliza un profesor al alumno?

-Es muy difícil presentarse a un examen y no tener nervios. Generalmente la única manera de serenar a un alumno es si le convencemos de que ha recibido una buena preparación y de que sí, de que es capaz de superarlo. El resto de fórmulas mágicas no surten ningún efecto.

¿Y en cuáles se pasan más nervios? ¿Teórico o práctico?

-Como norma general en el práctico. Hay que tener en cuenta que es un examen en directo, en el que la toma de decisiones tiene que ser inmediata y si es errónea motiva el suspenso.

En los exámenes teóricos los errores se deben en su mayoría a una interpretación incorrecta del enunciado. ¿No hay forma de que la pregunta sea más clara?

-Los exámenes teóricos son muy sencillos en la actualidad. La redacción de las preguntas y respuestas es bastante clara. Demasiado en algunos casos. Las cosas cambiarán cuando la DGT se decida a poner las respuestas múltiples [4] en las que más de una pueda ser válida. Entonces habrá que estudiar y comprender lo que se estudia.

¿Se va a ‘pillar’?

-No se trata de pillar. Se trata de saber interpretar lo que se pregunta y de leer con atención. Si se hace así, no tiene por qué haber problema.

Ustedes ¿pasan miedo?

-No. Un profesor de formación vial no tiene que pasar miedo. Precisamente su misión es evitar situaciones de riesgo. Casi todo tiene solución si se es previsor y si se gana la confianza del alumno. Quizá lo más peligroso sea un frenazo imprevisto por parte del alumno en una vía de tráfico rápido.

La nueva modalidad de examen práctico, además de mayor libertad para quien se examina, ¿reduce los nervios o no?

-Yo entiendo que sí, que tener la libertad de poder utilizar el GPS o de dirigirte hacia donde quieras, es una ventaja. Es un sistema que en Bizkaia ya se venía haciendo, de una manera o de otra, con unos primeros minutos más permisivos. Este nuevo sistema, para mí, tiene un pequeño problema y es que reduce el tiempo de conducción real y entonces si tienes algún error en la fase final que no sea eliminatorio no te queda tiempo para enmendarlo.

Y si siempre son los mismos errores, ¿habría que cambiar la metodología de enseñanza?

-Se puede plantear una conducción acompañada para que el alumno adquiera experiencia junto a una persona de su confianza, pero todo ello requiere de estudios previos, que alguno ya se ha hecho, y de más condiciones que garanticen la fiabilidad del sistema.

¿Y fijar un número mínimo de clases para poder examinarse? Lo digo porque habrá algunos que quieran ahorrarse dinero y se presenten un poco verdes...

-El número de clases, cada alumno debe de hablarlo con su profesor y dejarse de oír cantos de sirena que no llevan a ninguna parte. En la formación de ningún tipo no se debe ahorrar, hay que ser generosos en la formación que nos habilita a manejar una máquina, cómoda y moderna, pero que mal utilizada, tanto por ignorancia como por atrevimiento, tiene consecuencias fatales.

¿Ustedes notan cuándo alguien se sube al coche con vicios adquiridos en clases pirata?

-Lógicamente sí. En la primera impresión, cuando el alumno se acomoda en el vehículo, el profesor ya hace una evaluación del mismo, incluso sin poner el motor en marcha. Esto se nota mucho con las personas que ya tienen un permiso y acuden a obtener otro.