BILBAO. La solicitud de reapertura de la central nuclear de Garoña (Burgos) hasta 2031, presentada hoy por la empresa Nuclenor al Ministerio de Industria, es "delirante por el estado de la central" y un rumbo energético "equivocado", han asegurado a Efeverde portavoces de Greenpeace y Ecologistas en Acción.
"La solicitud es delirante porque la central está en muy malas condiciones de seguridad", ha insistido el portavoz de Ecologistas en Acción, Paco Castejón, quien ha asegurado que los cambios impuestos por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para la reapertura "no son suficientes para llevar la central a unos niveles de seguridad aceptables y menos para funcionar durante 17 años más".
"Si, en el peor de los casos, la central de Garoña volviera a funcionar, aún tendríamos grandes incertidumbres tecnológicas", ha explicado, ya que las reformas no garantizarían unas perfectas condiciones y "no sería descartable una nueva avería a corto plazo".
Desde el punto de vista político, "es probable que el proceso de concesión de la licencia por parte del CSN se alargue hasta las próximas elecciones generales, y en caso de cambio de gobierno, evidentemente la pretensión de Nuclenor se verá truncada", ha aventurado Castejón, investigador en fusión nuclear.
La portavoz de Greenpeace, Raquel Montón, ha señalado que "no hay protocolos para este proceso de licenciamiento, largo y desconocido" porque sería la primera vez que el CSN tiene que estudiar el caso de una central de más de 40 años.
Además, ha subrayado Montón, la energía nuclear "no es necesaria, y menos de centrales tan envejecidas como esta, posiblemente la más vieja del mundo si se diera esta licencia".
La representante de Greenpeace ha asegurado que España estaría tomando "un rumbo energético equivocado y liderando una etapa de riesgos desconocidos, con una central nuclear cuyos diseños, materiales y garantías de estabilidad ya han sido sobrepasados".
Greenpeace ha criticado también que no se haya consultado a los ciudadanos, que serán "los que van a asumir los riesgos".
"España quiere ser abanderada de la energía nuclear, en vez de abanderar la tecnologías de las energías renovables, en las que sí es pionera", ha concluido.