MELILLA. Según han informado a Efe fuentes policiales, sobre las 14.00 horas, cerca de medio millar de subsaharianos han intentado saltar la valla de forma masiva y han sido disuadidos por la Guardia Civil y las autoridades marroquíes.
Alrededor de una treintena de ellos se han encaramado a la valla durante media hora hasta que han decidido bajar voluntariamente y han sido entregados a Marruecos por la Guardia Civil.
Mientras estos subsaharianos han sido puestos a disposición de las autoridades marroquíes, los agentes allí desplegados han recibido un aviso de que se estaba produciendo un intento de entrada por otra zona diferente del perímetro, situada a unos tres kilómetros.
Hasta ahí, se han desplegado varias unidades de la Guardia Civil, reforzadas por los agentes de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) del instituto armado, enviados a Melilla como refuerzo de la vigilancia fronteriza.
La ida y venida de vehículos ha sido constante, apoyados desde el aire por un helicóptero de la Guardia Civil, que hacía tareas de localización de inmigrantes.
Algunos subsaharianos del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) se han aproximado al lugar donde, desde un montículo, manifestaban estar esperando a sus compatriotas, algunos de los cuales, incluso, se habían puesto en contacto con ellos.
Más tarde, sobre las 16:00 horas, Marruecos ha abortado un nuevo intento de entrada, protagonizado por unos 200 subsaharianos que, en este caso, ni siquiera han llegado a la valla, según las fuentes.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado están en alerta constante ante la extrema presión migratoria que está sufriendo Melilla desde hace meses.
La última entrada conocida de inmigrantes a través de la valla se produjo el pasado día 14 cuando unos 10 inmigrantes consiguieron superar el triple obstáculo que compone el perímetro fronterizo de Melilla.
La última entrada masiva por la valla se produjo el 1 de mayo cuando unos 140 subsaharianos accedieron a la ciudad.
El CETI lleva meses saturado pese a los traslados a la Península y su ocupación supera los 1.900 acogidos, casi cuatro veces su capacidad.