Bilbao - "Los dolores me mortifican". "Me paso todo el día cansadísima". Más de 50.000 personas están afectadas por fibromialgia y fatiga crónica en Euskadi, dos dolencias hasta hace poco ignoradas por la medicina. Los protocolos de diagnóstico se establecieron en los años 90. Y al diagnóstico se llega por exclusión. Es decir, cuando se han descartado otras posibles enfermedades que generan dolor y afectan al sistema musculoesquelético, entonces se sospecha fibromialgia. De hecho, esta enfermedad constituye un enorme cajón de sastre, donde tienen cabida probablemente numerosas patologías aún no definidas, no siempre con un mismo origen.

Hijos de un dolor incomprendido, sus pacientes, sufren una enfermedad considerada mayoritariamente femenina y que ocasiona una gran impotencia, porque "en muchos casos es muy difícil de entender". Todos los indicadores de las analíticas dan bien, y ni los propios afectados saben decir qué les pasa.

Un calvario Pero lo cierto es que la fibromialgia es un calvario. Los afectados sufren cansancio, dolor persistente, rigidez de intensidad variable de los músculos y un amplio rango de síntomas psicológicos como dificultades para dormir, dolores de cabeza y problemas con el pensamiento y la memoria.

El Día Mundial de la Fibromialgia, que se celebrará el lunes -fecha escogida para conmemorar el nacimiento, en 1820, de Florence Nightingale-, permitirá visibilizar esta impactante dolencia, dando conocer sus síntomas. Y sobre todo, ofrecerá un apoyo a los enfermos, que se sienten solos e incomprendidos. Para ello la Asociación Eman Eskua volverá a sacar a la calle esta enfermedad para concienciar a la población sobre los trastornos y la situación a la que se enfrentan los pacientes que los sufren.

Presión en once puntos. Para tener un diagnóstico certero, el paciente debe mostrar dolor a la presión en al menos 11 de 18 puntos sensibles de su cuerpo y ese dolor debe estar presente durante al menos tres meses en el cuerpo del paciente.

El dolor es errático, afecta a distintas partes del cuerpo, y varía de intensidad día a día.

El 93% de las afectadas son mujeres. Empezó a diagnosticarse en torno a los 50 años pero la edad ha bajado.