GASTEIZ. El número de separaciones tanto consensuadas como contenciosas creció en Euskadi un 1,6 % el año pasado (4.723 casos). Los divorcios amistosos se redujeron un 1 %, mientras que los conflictivos crecieron en la misma proporción hasta representar el 37,2 %.

El año pasado 1.756 parejas se separaron sin acuerdo, 76 más que en 2012. Además el número de divorcios no consensuados creció por cuarto año consecutivo.

Fuentes de Kidetza han explicado a Efe que es la crisis económica el factor que ha "reactivado" los divorcios conflictivos. Y ello a pesar de que separarse acarrea un "empobrecimiento" y de que en muchos casos las parejas optan por no presentar los papeles en el juzgado porque supone un coste que no pueden afrontar.

La consecuencia es que hay familias "rotas" que se ven obligadas a seguir conviviendo, según alertan desde esta federación, que aboga por reforzar los programas preventivos de carácter social, la mediación familiar y el programa de orientación hacia la coparentalidad, para evitar la conflictividad en las separaciones.

Otra consecuencia de la crisis entre las personas divorciadas es el aumento de los impagos de pensiones alimenticias y también la carencia de una vivienda digna.

Por ello, Kidetza considera "urgentísimo" ampliar al parque de viviendas de alquiler social y la puesta en marcha de un fondo de garantía social para situaciones de impago de pensiones.

El año pasado Kidetza atendió a 4.308 personas, que de manera mayoritaria (3.125) plantearon sus consultas por correo electrónico y teléfono.

Esta federación prestó atención jurídica en 962 casos, hizo tareas de medición familiar en 138, prestó asistencia psicológica en 423 ocasiones y desarrolló iniciativas orientadas hacia la coparenatalidad en 656 casos.