BARCELONA. Los seis agentes han declarado hoy como testigos ante la titular del juzgado de instrucción número 10 de Barcelona, Miriam de Rosa Palacio, que investiga la muerte de Bayard el pasado 2 de abril por la tarde tras ser reducido por la policía catalana junto a la terraza de un bar de la plaza Molina de Barcelona.
En declaraciones a los periodistas, el abogado de la familia del actor, Francesc Bonatti, ha explicado que los seis agentes han coincidido en subrayar ante la juez que su actuación fue impecable y que redujeron a Bayard porque respondió de forma violenta cuando trataron de dialogar con él para que se identificara y abandonara el local, ya que estaba molestando al resto de clientes.
El abogado ha señalado que el actor hacía casi dos años que se trataba de brotes psicóticos y que, aunque era una situación que tenía controlada, le acababan de rebajar la dosis de la medicación y aquella misma mañana había sufrido un conato de brote cuando estaba trabajando como voluntario en la perrera de Barcelona, por lo que tuvo que ser atendido por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y la Guardia Urbana.
Los mossos han alegado ante la juez que no sabían que Bayard sufría brotes psicóticos y uno de ellos ha reconocido que si lo hubieran sabido habrían aplicado un protocolo interno que establece que en este tipo de casos se tiene que dar prioridad a la atención médica frente a la policial, según el abogado de la familia.
Según Bonatti, Bayard se pasó la mañana del 2 de abril paseando perros, ya que colaboraba con la perrera de Barcelona, hasta que sufrió un conato de brote psicótico y acudió al local avisando que le querían matar y que le estaban persiguiendo.
El actor recibió entonces atención del SEM y de la Guardia Urbana, que le trasladó hasta las inmediaciones de su casa, para que no tuviera que coger la moto con la que había ido hasta la perrera.
Posteriormente, entre las 15.00 y las 18.30 horas, estuvo sentado en la terraza de un bar de la plaza Molina de Barcelona, donde tomó una consumición y se dirigía a los demás clientes avisando de que llegaba el fin del mundo.
Un responsable del local llamó entonces a los Mossos d'Esquadra, por lo que una patrulla acudió a la zona.
Dos agentes se dirigieron entonces hacia donde estaba sentado y le pidieron que abandonara el lugar, porque querían hablar con él, a lo que el actor respondió con una negativa, arrojó la mesa contra uno de los policías y trató de huir, intentando atravesar el toldo transparente de la terraza, ante lo que los dos policías pidieron refuerzos y se inició la maniobra de reducción.
Los mossos han insistido ante la juez que la información que recibieron del local no fue suficiente como para saber que Bayard estaba sufriendo un brote psicótico y han subrayado que cuando estuvieron cara a cara tampoco apreciaron ningún síntoma, más allá de que su respuesta fue violenta.
Los agentes han sostenido además que la maniobra de reducción se ajustó a los protocolos policiales y que Bayard sólo dejó de oponer resistencia al quedar inconsciente. Por este motivo, avisaron al SEM, que trasladó al actor a un hospital, donde se certificó su fallecimiento.
El abogado de la familia ha aclarado que su intención no es responsabilizar a los agentes de la muerte de Bayard -en la causa no hay ningún imputado por ahora-, sino advertir que cada vez hay más muertes por detenciones policiales y que en este caso "algo debe de haber fallado", ya que cree que los agentes tendrían que haber percibido que el actor necesitaba atención médica y no policial.
En este sentido, ha afirmado que existe una relación entre la muerte de Bayard y la intervención policial y que lo que pretende determinar no es tanto si la reducción se ejecutó correctamente sino si era necesaria.
La juez, que está a la espera de recibir el informe definitivo sobre la autopsia, ha citado a 17 testigos para los próximos 16 de abril y 28 de abril.