MADRID. El jefe de Cardiología del Hospital Gregorio Marañón, Francisco Fernández-Avilés, dirige una investigación para desarrollar un corazón bio-artificial a partir de la colocación de células madre en una matriz biológica obtenida a partir del corazón de un donante; un órgano que, en sus palabras, podría ser una realidad en poco más de diez años.

Podemos tener pronto, "probablemente en menos de dos o tres años", estructuras que se puedan trasplantar como válvulas, tubos o parches, como el presentado por científicos de la Universidad de Duke a finales del año 2009, aunque para el corazón completo hará falta más tiempo, advierte el doctor.

Algunas de las principales ventajas de un corazón bio-artificial como el que propone el especialista desde el Hospital Gregorio Marañón sería que, al estar formado por células madre del propio paciente, el rechazo no existiría en ningún caso y, al mismo tiempo, el número de donantes necesarios disminuiría.

El proceso, sin embargo, es complejo y esto se debe a que la estructura cardiaca es "tridimensional": una malla que incluye muchos tipos de células que deben conformarse de tal forma que el órgano pueda contraerse y, además, las células lo hagan "al mismo tiempo y en el mismo sentido, como unos remeros", explica el especialista.

Uno de los pilares de la investigación es la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) que es la que proporciona, a través de sus coordinadores en la Comunidad de Madrid, los órganos que no son válidos para el trasplante y mediante los que se obtiene una matriz biológica, una estructura base.

Los corazones que no pueden utilizarse para el trasplante son, en el caso de Madrid, extraídos por uno de los colaboradores del doctor Fernández-Avilés y posteriormente procesados y controlados en un laboratorio del Gregorio Marañón, tras la obtención de los permisos específicos para utilizarlo en la investigación.

Una vez obtenida la matriz, ya conseguida por los investigadores del Gregorio Marañón, comienza la fase actual de la investigación en la que se pretende construir el órgano completo o partes del mismo al insertar células madres de distinto tipo que conformen los músculos y vasos sanguíneos del corazón.

Este proceso, a todas luces complicado, basa sus esperanzas en los estudios de la doctora Taylor, colaboradora del Texas Heart Institute (Estados Unidos) en el proyecto, que en el año 2000 ya hacía experimentación animal con células madre y que logró crear un corazón bio-artificial de ratón capaz de latir y bombear sangre.

La Organización Nacional de Trasplantes, que cumple 25 años en 2014 y es el tercer pilar de esta investigación, tiene una relación "muy intensa" con el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, asegura Fernández-Avilés, ya que este es el centro que más trasplantes cardiacos realiza al año en España.

En una entrevista el pasado 22 de enero, Rafael Matesanz, director de la ONT, destacaba los 4.279 trasplantes de órganos realizados en España en el año 2013, un récord mundial para el país que nos mantiene "a la cabeza del mundo" desde hace 22 años, con el 4 % del total de donaciones hechas en el planeta.

Tanto Rafael Matesanz como Francisco Fernández-Avilés coinciden desde hace tiempo en el problema de la falta de donantes de corazón debido al aumento de los casos crónicos de insuficiencia cardiaca y a la indicación, cada vez mayor, de trasplantes por parte de los profesionales sanitarios.

Ante esta situación, "hay que buscar alternativas", dice el médico del Gregorio Marañón, ya que la "única solución realmente eficaz" es el trasplante de corazón, lo que hace que investigar la posible sustitución del órgano, en parte o de forma completa y mediante otros artificiales o bio-artificiales, sea imprescindible.

Además del corazón que trata de crear, el médico conquense recuerda otras opciones como el corazón artificial creado por el francés Alain Carpentier y que fue trasplantado con éxito el pasado 18 de diciembre en París; sin embargo, estos corazones no son para el español una competencia sino un complemento.

Mientras tanto, y para que nuestro corazón se mantenga firme y en funcionamiento frente a nuestra indiferencia, el cardiólogo no se cansa de recomendar una vida saludable, con ejercicio físico y una dieta mediterránea, y en la que evitemos los excesos tanto de las grasas y el colesterol como del tabaco y el alcohol.