bilbao. Euskadi necesita este año nueve mil nuevos donantes para reemplazar las bajas por razones de edad -cada año se pierden entre siete mil y diez mil- y poder cubrir todas sus necesidades médicas. Captar donantes jóvenes es una prioridad ya que la edad media de donantes está subiendo y cada ejercicio se incrementa en dos o tres años. Sin embargo, fidelizar a los jóvenes resulta complicado. "Cuando las unidades de extracción se acercan a universidades o centros de formación profesional, obtenemos un éxito total, pero posteriormente, se produce un agujero negro, por motivos laborales o familiares desaparecen, y no donan más", reconoció ayer Miguel Ángel Vesga, director del Centro Vasco de Transfusiones y Tejidos Humanos de Osakidetza. "Tenemos que mantener un colectivo de donantes activos y vigilantes para que las cifras no decaigan y podamos ser autosuficientes", declaró. Y es que el sistema sanitario vasco precisa que cerca de 50.000 personas donen su sangre cada año para poder atender cirugías, trasplantes, intervenciones oncológicas, emergencias o enfermedades crónicas.

Vesga, junto con los representantes de las asociaciones de donantes de sangre de los tres territorios vascos, ofreció ayer el balance de 2013 que contabilizó 95.000 donaciones, lo que supone un descenso del 4,8% respecto al año anterior, una fluctuación que, en opinión de Vesga, entra dentro de la normalidad. Los indicadores reflejaron una media de 44 donaciones por cada 1.000 habitantes y año, lo que se enmarca en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Con todas estas donaciones se han elaborado cerca de 200.000 componentes diferentes para su uso hospitalario, entre ellos hematíes, plaquetas, plasma, inmunoglobulinas o albúmina.

El País Vasco se encuentra en los primeros puestos en número de donaciones por habitante y año. "Ahora estamos en el top 3 mientras que el año pasado fuimos la primera comunidad. Sin embargo, la cifra no es importante porque cada autonomía debe obtener las donaciones que realmente necesite. Se trata de que no falte pero también de que no sobre". El responsable del Centro de Transfusiones indicó que cualquier persona de entre 18 y 65 años que goce de buena salud puede ofrecer su sangre. El retrato robot de donantes lo definen personas con una media de edad de 42 años, con un predominio de varones, aunque a partir de los 50 años, el número de mujeres y hombres se iguala.

Entre los objetivos para este 2014 se plantean recuperar el 5% perdido y aumentar la donación especial, por ejemplo de plasma, que "permita conseguir fármacos derivamos del plasma que se usan cada vez de forma mas mayoritaria.

Miguel Ángel Vesga explicó que aunque la recomendación internacional insiste en que cada región sea autosuficiente, también existe la solidaridad. En este sentido, recordó que se intercambian los recursos y aludió a casos puntuales y problemas agudos como la catástrofe ferroviaria del pasado julio en Galicia.