Desde diciembre de 2009 existe en la Unión Europea una recomendación que urge a los Estados miembros a aumentar el porcentaje de población vacunada contra la gripe, con el objetivo de lograr que el 75% de los mayores de 65 años estén protegidos a ser posible antes de la campaña de invierno de 2014/2015. Una cifra a la que hoy por hoy solo llega Holanda y a la que muchos países no solo no se acercan sino que incluso se alejan. Este es el caso de Euskadi y del Estado español. En la CAV, en la campaña 2012-2013, en adultos mayores de 65 años, con una población objetivo de 268.570 personas, se administraron 97.087 dosis de vacuna con una cobertura del 36%. En la temporada anterior, 2011-2012, se había alcanzado una cobertura del 59,5%, aún lejos de la recomendada por la OMS para este grupo, que es del 75%. En el Estado español, en 2010, el 65,7% de los mayores estaban vacunados frente al virus pero dos años más tarde, en 2012, el porcentaje se situaba ocho puntos por debajo, en el 57,7%. Bruselas alerta de que los progresos son insuficientes y advierte que la "inmunización" lejos de ser ser vista como un gasto debería entenderse como "un ahorro" que permite "prevenir enfermedades" y "mejorar la salud de los ciudadanos". Estas conclusiones forman parte de un nuevo análisis publicado ayer por la Comisión Europea. En él, Bruselas admite que prácticamente todos los Estados miembros disponen de planes estatales o regionales así como estrategias de vacunación, pero también alerta de que vacunar a los más mayores sigue sin ser una prioridad en muchos países. "A pesar de que cada vez hay más personas mayores en Europa y que el bienestar de estas personas es una prioridad para la Comisión Europea hay pocas evidencias de que una cobertura cada vez mayor de la vacunación sea una prioridad en muchos Estados miembros", lamentan sobre una falta de implicación que achacan a la crisis económica y a los problemas presupuestarios que atraviesan muchos Estados miembros.

osakidetza Por su parte, el Sindicato de Enfermería de Euskadi (Satse) ha denunciado el "colapso" que sufren las urgencias de los hospitales vascos ante la epidemia de gripe y lo ha achacado a las medidas de "recorte que ha implantado Osakidetza". Sin embargo, desde el departamento dirigido por Jon Darpón se niega que exista tal colapso y señalan que se está produciendo el aumento de los ingresos hospitalarios propio de la época en la que se da un repunte de la gripe. Satse habla, en cambio, de que las medidas "economicistas" han obligado al cierre de camas, a mantener una plantilla "ajustadísima", a reducir la contratación de personal y a no sustituir en los centros de salud al personal de vacaciones en Navidad. Estas condiciones, dicen, se agravan con la epidemia de gripe, que ha originado que los profesionales hospitalarios vivan "situaciones de sobrecarga".