madrid. La regulación del aborto en Europa varía desde los sistemas de plazos implantados en algunos países a la prohibición de la interrupción voluntaria del embarazo, que impera en otros países, como Malta o El Vaticano. La normativa vigente en estos momentos en España (antes de la reforma) es un sistema de plazos con aborto libre en las primeras 14 semanas. Esta situación legal es bastante similar, por ejemplo, a la de países como Portugal o Grecia (con aborto libre hasta las 10 y 12 semanas respectivamente, pero con plazos más amplios de hasta 24 semanas en algunos casos).
Hay otros países como Noruega donde también hay aborto libre hasta las doce semanas pero donde, después de este plazo, solo se podrá abortar cuando la mujer realice una solicitud y una junta médica tome una decisión. A partir de las 18 semanas, no se podría abortar salvo razón particularmente grave y no siendo el feto "viable".
Un caso similar a éste es el de Francia, donde también hay un límite de 12 semanas y ese plazo sólo puede ser superado por causas médicas, cuando dos médicos de un equipo multidisciplinar acrediten peligro para la vida y salud de la madre o enfermedad o malformaciones del feto.
En Alemania y Austria, se combina un sistema de plazos con otro de indicaciones, pero en el caso del primero pueden llegar a autorizarse abortos hasta doce semanas después con embarazadas en "situación de especial necesidad", y con asesoramiento mínimo tres días antes de la intervención.
Otro ejemplo es el de Bélgica, con un sistema mixto de plazos y causal. Así, una mujer "en situación de angustia" podría abortar dentro de las doce primeras semanas, siempre seis días mínimo después de la primera consulta médica. Superado este plazo, sólo permitirá el aborto por motivos médicos con la opinión de dos facultativos.
Finlandia contempla seis supuestos para el aborto con un plazo de doce semanas ampliable hasta 20 semanas en casos especiales, pero sin embargo exige como requisitos la autorización de dos médicos. Un caso parecido es el de Dinamarca con aborto libre anterior a las doce semanas de embarazo y, posteriormente, petición de permiso al Consejo Médico de la región correspondiente.
En Polonia no existen plazos legales para llevar a cabo la intervención, salvo en el supuesto de enfermedad del feto (anterior a las doce semanas). No obstante, los supuestos contemplados son menos y van desde el incesto hasta la violación. Malta y El Vaticano son los países más restrictivos en su regulación del aborto, ya que no contemplan ninguna excepción para abortar.