SEVILLA. El supuesto ladrón llamó al 091 desde un teléfono público para comunicar que había dejado las pruebas del delito debajo de un coche junto con una nota anónima con la dirección del pederasta, cuya actividad como entrenador de fútbol-sala le facilitaba el contacto con menores.
"He tenido la desgracia de que han caído las cintas en mis manos y me veo en la obligación de presentarlas dejando que ustedes hagan su trabajo y puedan meter a ese... en la cárcel de por vida", señaló el ladrón en su denuncia.
Por el momento, han sido identificadas cuatro víctimas de abusos y agresiones, entre ellas un menor de 16 años que lleva desde los 10 sufriendo estas prácticas, según indica la fuente en un comunicado.
Tras las primeras indagaciones y el visionado de las grabaciones, los investigadores consiguieron identificar al autor y, tras registrar su vivienda y el club de fútbol-sala donde trabajaba, lo detuvieron.
El supuesto pederasta se ganaba la confianza de los niños en las instalaciones deportivas en las que trabajaba y les convencía para ver juntos películas de contenido pornográfico.
Posteriormente, incitaba a los pequeños a masturbarse y finalmente abusaba sexualmente de ellos.
El detenido había denunciado en comisaría nueve días antes que había sufrido un robo en su domicilio, al que accedieron a través de una ventana.
En esta denuncia informaba de la sustracción de varios pequeños electrodomésticos, pero no de una cámara ni de las cintas de vídeo que fueron posteriormente recuperadas.