ZARAGOZA. Este caso "en absoluto" tiene que ver con la recaudación de la obra del Eccehomo, que adquirió fama internacional y que se exhibe en una iglesia del pueblo, donde el cura sí da misa, pero que no es la parroquia, según ha dicho a los periodistas el abogado defensor del sacerdote, Enrique Trevillé.
Antes de que el sacerdote pasara a prestar declaración en el Juzgado de Tarazona, la portavoz de la Guardia Civil, Ana Cristina Otín, ha informado a los periodistas de que estas últimas cinco detenciones se han efectuado hacia las once de la mañana y da prácticamente por descartado que se produzcan otras nuevas.
El cura de Borja ha llegado, sin los grilletes puestos, poco después del mediodía de hoy al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tarazona para declarar ante su titular, Nieves Pérez Martín.
A las puertas de estas dependencias judiciales hay absoluta tranquilidad, no hay ni siquiera curiosos y únicamente están presentes los representantes de los medios de comunicación.
Al sacerdote, de 70 años, se le imputan varios delitos como haberse apropiado de unos 210.000 euros parroquiales, además del delito continuado de abusos sexuales, otro de blanqueo de capitales, otro de coacciones y dos de denuncia falsa.
La operación, llamada "Espino", comenzó el pasado mes de mayo a raíz de dos denuncias presentadas por asuntos de índole patrimonial.
Se trata de un "caso delicado", en el que la Guardia Civil "se ha empleado a fondo", ya que la investigación es "laboriosa" y se está tratando "con la máxima discreción", ha explicado la portavoz de la Benemérita.
En estos momentos, la investigación se está centrando, además de en las declaraciones de los arrestados, en revisar el material informático hallado en la casa parroquial, así como en el registro de llamadas entrantes y salientes del sacerdote.
La cuantía que se calcula que se podría haber desviado presuntamente supera los 210.000 euros.
La detención del cura se produjo el pasado viernes a las dos de la tarde.
A las diez de la mañana de hoy, llegaron al Juzgado los abogados de la defensa del sacerdote, entre ellos, Trevillé que ha asegurado, en declaraciones a los periodistas, que llegaba con la convicción de que el cura es "inocente".
Según ha dicho, el cura ha estado "totalmente" colaborador en su declaración ante la Guardia Civil, por cuyo contenido el abogado no deduce "ningún viso de ilegalidad".
El cura abandonó poco antes de las nueve de la noche del viernes el cuartel de la Guardia Civil de Borja, para ser trasladado a otras dependencias del instituto armando próximas a la localidad.