BARCELONA. Lo ha decretado en la sentencia fechada este martes 26 de noviembre, después de que Laia M. fuese denunciada por una vecina porque le molestaba el sonido constante del piano, y pidió la baja laboral por lesiones psíquicas como ansiedad, alteraciones del sueño y episodios de pánico.
La Fiscalía consideró que la pianista e intérprete que entonces tenía 26 años -y que cursaba estudios oficiales de música- tocaba el instrumento en 2003 en su domicilio cinco días por semana, de 9.00 a 13.00 y de 14.00 a 18.00 horas, sin que la sala donde ensayaba estuviera insonorizada.