vitoria. "La visibilidad de las mujeres lesbianas no es un tema que preocupe a los partidos. Es un tema que, tal como sucedía hace años con el maltrato a las mujeres, se halla en el terreno de lo privado, de lo íntimo", explica esta psicóloga de Aldarte.

¿Cree que las mujeres tampoco entienden este debate de la visibilidad del lesbianismo?

Creo que no. Y sería interesante, porque el tema está directamente ligado a la libertad sexual de las mujeres, a su propia autonomía

¿Sigue siendo tabú?

Hay mujeres políticas, como Uxue Barkos, que hicieron bandera de su enfermedad. Fue un símbolo viviente de las mujeres con cáncer de mama. Pero con el tema de la sexualidad no se puede hacer lo mismo; todo es privado. Políticas que han estado de consejeras y en el ámbito privado se sabe, pero son incapaces de abordar este tema en público.

¿Piensa que podrían dar el paso?

Si lo hicieran se convertirían en un ejemplo a seguir para muchas féminas que viven su sexualidad en silencio y con muchísimos problemas

¿Ve muy lejano que una política, empresaria o jurista relevante salga del armario

En el Estado hubo una del PSOE que el pasado verano dio el paso. En Euskalherria lo veo mucho más que difícil. Solo las militantes de asociaciones se atreven a comentarlo, y no todas. Por supuesto, colocarse delante de una cámara y anunciarlo por ahora es misión imposible.

Sin embargo, cada vez salen a la luz más varones gays

Hasta que una mujer independiente, más o menos famosa, no pueda exhibir con orgullo su lesbianismo, a pesar de las leyes, no habremos conseguido la igualdad.

¿Por qué salen ellos del armario y no ellas?

Porque les empodera. Además les llena de orgullo salir y comentárselo a la sociedad, porque hay una tendencia social a aplaudirles y a decir que ya era hora, como el caso del ertzaina irundarra. ¡Sabemos que hay más lesbianas que gays, pero no salen ninguna!

¿Y si saliera una lesbiana la recibirían así?

¡Qué va! Los elogios brillarían por su ausencia. Mi opinión es más bien todo lo contrario, creo que sería denostada por otras compañeras y también por ellos. De ahí que no salgan a la luz.

¿Las campañas de sensibilización servirían para algo?

En Aldarte, cuando organizamos temas de educación, siempre abordamos la visibilidad lésbica. Fíjate la importancia que tendría que una ministra, como la de Islandia, fuera con su pareja de viaje oficial a un país como China. Cosas como éstas tendrían que pasar por estas tierras.

¿Cuál es el reto más importante?

El cambio de mentalidad es siempre lo más difícil, sobre todo en temas relacionados con la sexualidad. Conseguir que las mujeres reconozcan que se sienten atraídas por sus iguales sigue siendo una decisión muy complicada para la mitad de las mujeres lesbianas. Además, los medios de comunicación, la familia y el sistema educativo no están teniendo un papel determinante a la hora de informar sobre la diversidad en la orientación sexual y es en las amistades donde la mayoría se conciencia sobre su condición.