madrid. La Policía Nacional detuvo ayer a 17 personas en una operación que permitió aclarar uno de los mayores robos de joyería de la Historia de España, perpetrado en diciembre de 2012 en una casa de alta relojería de Madrid y en el que los ladrones se llevaron un botín de más de 23 millones de euros. Los hechos sucedieron el pasado 1 de diciembre cuando, a plena luz del día, los arrestados lograron acceder a una empresa taller de alta relojería ubicada en el distrito de Ciudad Lineal de Madrid. Los autores lograron acceder al lugar a través de una de las claves de seguridad de la propia empresa, un hecho que sigue investigando la Policía que, de momento, descartó la participación de ningún trabajador de la joyería en los hechos.

El autor intelectual del asalto es, según la Policía, Ismael A.V., alias El Troll y antes llamado El Isma, con más de 40 antecedentes. Las pesquisas comenzaron cuando el cabecilla del robo contactó con una organización criminal mafiosa de origen chino, la cual tenían negocios comerciales como tiendas de alimentación y bazares situados en el madrileño distrito de Usera abiertos al público para dar una apariencia legal, y que serían los responsables de la receptación de los relojes sustraídos y les darían salida en su país.

Su estilo de vida actual era ostentoso, ya que había planificado recientes vacaciones en urbanizaciones de lujo de la costa ibicenca y del norte de Marruecos, llevando un alto nivel de vida alquilando todo tipo de embarcaciones de recreo y haciéndose pasar así por persona de alto poder adquisitivo. En total, se recuperaron hasta el momento algo más de 300 relojes, valorados en más de cuatro millones de euros.

medidas de seguridad Los ladrones burlaron todas la medidas de seguridad y violentaron la habitación acorazada con una lanza térmica. En menos de cuatro horas, los ladrones desvalijaron la cámara y se apoderaron de piezas cuyo valor oscila entre los 2.000 y los 270.000 euros, sin ser detectados a pesar de las rondas de seguridad de la empresa responsable de la vigilancia privada. Los detenidos llevaron un total de 1.710 relojes de prestigiosas marcas suizas valorados en más de 23 millones de euros, según explicó ayer en una rueda de prensa el jefe superior de la Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díez. Los ladrones podían haber conseguido con su venta unos 7 millones de euros. Entre los 17 detenidos, 11 de ellos son extranjeros. Seis son chinos y cuatro son españoles de origen magrebí.