Vitoria. Como muy tarde, en la segunda quincena de octubre tiene que empezar el debate sobre las ordenanzas en la ciudad, con el fin de que esté cerrado para el 31 de diciembre. Se supone que, por orden del Pleno, este año esos precios públicos, los ingresos propios que recibe la ciudad al margen de la aportación del Fofel, se deben debatir de forma conjunta con los gastos, el Presupuesto. Por ello, el tiempo apremia, hay que empezar ya y, según aseguran los grupos de la oposición, aún no se sabe nada del proyecto del equipo de gobierno del PP.

En lo relativo a los tributos municipales, los grupos deben debatir sobre el Impuesto de Actividades Económicas, el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica, el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, las tasas por Prestación de Servicios Públicos y Realización de Actividades, las de Utilización Privativa o Aprovechamiento Especial de los Bienes de Dominio Público, la Ordenanza Fiscal General de Contribuciones Especiales, o la de Aprovechamiento Cinegético del coto de los Montes Altos de Vitoria.

El papel de Vitoria Estos impuestos municipales conforman una parte importante de los ingresos de una ciudad, Gasteiz, cuyo papel en la Comunidad Autónoma Vasca queda patente cuando se echa mano de las cifras. Con unos ingresos anuales de en torno a 370 millones de euros, se sitúa como la segunda capital vasca que más dinero mueve, sólo por detrás de Bilbao, que por una cuestión evidente de número de habitantes supera con holgura los 500 millones de euros de recaudación anual por diferentes vías. Donostia se sitúa por detrás de Vitoria, con unos ingresos de alrededor de 290 millones.

Este capacidad de gasto se refleja en los Presupuestos municipales. En 2012, Bilbao elaboró unas Cuentas por valor de 472 millones de euros, por los 322 de San Sebastián y los 418 de la capital alavesa. En total, los ayuntamientos de la CAV presupuestaron el año pasado casi 3.000 millones de euros.