vitoria. Todos nuestros políticos coinciden en que el sector servicios es uno de los principales motores de la economía de Vitoria, de Álava y de Euskadi. Por eso, en ocasiones las instituciones ponen sus palabras en práctica con líneas de ayuda para facilitar la modernización de negocios o la apertura de nuevos. Sin embargo, el comercio minorista suele advertir de que son más las trabas a las que se enfrenta que el apoyo recibido. Unos obstáculos que ponen todavía más en peligro su supervivencia. La crisis sigue dejando huella, como si fuera imposible ver la luz al final del túnel. El verano ha terminado con unas cifras de facturación todavía peores que las del año pasado. Las ventas de agosto cayeron en Euskadi un 8% respecto al mismo periodo de 2012. Para colmo, es el segundo mayor descenso del Estado, tras Castilla y León (un 9,2 %).
Según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en agosto las ventas en el País Vasco bajaron un 15,5 % en comparación con julio, con lo que la caída acumulada en lo que va de año se sitúa en un 8,1 %. También se registró un ligero descenso interanual, del 0,3 %, en el número de personas empleadas en el sector, aunque no hubo variación con respecto a julio.
Los datos de Euskadi en agosto son de los peores de España, donde la caída media de las ventas fue del 4,2 % y, donde dos de las comunidades más turísticas, Baleares y Canarias, vieron incluso crecer sus ventas en un 3,2% y un 2,7 %, respectivamente. En estas dos autonomías, además, creció ligeramente el número de personas empleadas en comercios (1% y 0,9 %, en cada caso), algo que también ocurrió en Valencia (0,7 %).
Salvo en La Rioja, donde el empleo se mantuvo estable, en el resto de comunidades descendió el número de trabajadores del sector. La caída media fue del 1,9 %, por encima del descenso del 0,3 % registrado en el País Vasco. Con todo, el sector suma ya en el conjunto del Estado 38 meses con bajada de ventas.
Eliminados los efectos estacionales y de calendario, la facturación ha caído en todos los segmentos del sector comercio, con retrocesos del 4,8 % en gasolineras, del 2,3 % en alimentación, del 2,3 % en equipo personal, del 15,8 % en equipamiento para el hogar y del 6,9 % en otros bienes.