Bilbao. Es hora de avanzar, de profundizar en los valores de la democracia. Pero de la democracia genuina, no de la formal, desbordada por los discursos efectistas y, sobre todo, por el capitalismo y sus numerosos vicios -como por ejemplo la corrupción social, política y económica- que lo cortejan y protegen desde su mismo nacimiento. Y los primeros movimientos hacia ese escenario de tolerancia y libertad real han de originarse en el ciudadano anónimo, ya que su participación es esencial para mejorar, renovar y enriquecer el actual sistema democrático.

Así lo entienden las personas integrantes de Unesco-Etxea que ayer, Día Internacional de la Democracia, abogaron en una declaración institucional por la participación y la responsabilidad ciudadana para conquistar una democracia auténtica. Al finalizar el V encuentro bienal de socios y socias de honor su presidente, Ruper Ormaza, y el exdirector general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, presentaron el citado documento que apela a que la ciudadanía exija de los estamentos públicos una respuesta que favorezca esa participación en igualdad de condiciones y nunca excluyente. "Necesitamos renovarnos con una nueva gobernanza, con un mayor conocimiento y una mayor cohesión social", coincidían los firmantes.

"En lo local y en lo global, en la sociedad, en la política y en la economía, los valores que la ciudadanía y las instituciones tenemos que llevar a la práctica son la participación, la responsabilidad, la ética y la transparencia", agregaban al tiempo que particularizaban que, en el caso vasco "son claras las oportunidades para mejorar la democracia, acercando las decisiones a la ciudadanía, mediante la profundización en el autogobierno; y, aprovechando las posibilidades del mismo para organizar y fomentar una mayor participación de la sociedad civil en la formulación, diseño, ejecución y control de políticas públicas".

De hecho, en la declaración Participación y responsabilidad ciudadana para una democracia mejor lanza a instituciones y gobiernos trece compromisos para avanzar en los ámbitos de la participación, educación, transparencia, ética y valores, economía y empresa, ciencia y tecnología, servicios públicos, Derechos Humanos y responsabilidad ciudadana. UNESCO-Etxea mostraba también su compromiso en la promoción de la Declaración Universal de la Democracia en el ámbito vasco.

Economía de valores Para construir esa democracia 3.0 desde esta plataforma insistían en la urgencia de recuperar y poner en valor la ética, la dignidad y la justicia. "Esta crisis ha demostrado que no debemos desligar la economía de los valores y la política de la ética", reflejan en ese documento firmado por Federico Mayor Zaragoza, exdirector general de la UNESCO. Una de las recomendaciones que, a modo de conclusión se incorporan en ese manifiesto, dice que "el peso de la Justicia debe recaer sobre quienes muestran comportamiento ilegal y deshonesto".

Su experiencia fue bienvenida en el acto de ayer en la capital vizcaína. De su puño y letra son unas palabras que alumbran la senda hacia esa democracia genuina. "Fue un inmenso error permitir que los globalizadores neoliberales sustituyeran los valores por las leyes mercantiles y las Naciones Unidas por grupos plutocráticos (G-6, G-7, G-8,? G-20). La crisis sistémica es de tal gravedad que puede vaticinarse una pronta inflexión, un nuevo comienzo. Hoy es posible, por primera vez en la historia, la participación no presencial gracias a la moderna tecnología. Utilicémosla, unamos voces para que logremos que las democracias formales vayan perdiendo altura y se fortalezca la democracia genuina, la que tiene en cuenta permanentemente a los ciudadanos que representa".