vitoria. Las lágrimas y las caras de congoja de los más pequeños regresaron ayer a los patios de los colegios vascos. El curso escolar 2013-2014 ya ha echado a andar en Euskadi con 364.090 estudiantes, 3.393 alumnos más que el curso pasado. La consejera de Educación, Cristina Uriarte, en su visita a la Ikastola Umandi de Gasteiz, dio a conocer estas cifras y las principales novedades de un curso que "plantea retos lingüísticos". Pese a contar con unos evidentes ajustes presupuestarios, la escuela vasca mantiene su espina dorsal dentro de la espiral de recortes salvajes que padece el sistema educativo del Estado. El Departamento de Educación del Gobierno Vasco ha decidido mantener los ratios de alumno por aula, el horario lectivo del profesorado y además habrá 110 docentes más que el año pasado. Esta batería de medidas refuerza la plantilla de la red pública evitando la temida masificación y el cierre del 20% de las clases.
Más de 81.000 escolares de Primaria y ESO se beneficiarán del préstamo de libros de texto gracias a la partida extraordinaria de 2,8 millones de euros acordada este verano con la confederación de AMPAs de la Escuela Pública Vasca (Ehige) para renovar los manuales de 3º y 4º de Primaria, un gesto al que Ehige ha respondido poniendo fin al boicot que propuso el pasado mes de junio, llamando a las familias a que no abonasen la cuota del sistema. En total, se destinará a este programa pionero 5,6 millones de euros lo cual, según Uriarte, "no ha sido fácil porque estamos con un presupuesto prorrogado y el año pasado no existía previsión alguna para ello". También se mantiene "intacta" la financiación y el número de docentes para atender al alumnado con necesidades especiales, que ha pasado de 39 estudiantes en 2009 a 179 el curso pasado. "Sin duda es una evolución que nos satisface enormemente", dijo la consejera.
Aunque no aludió a ello en su intervención, los 16 colegios públicos que ya han finalizado los tres años de experimentación del Marco de Educación Trilingüe (MET) puesto en marcha por el Gobierno socialista el curso 2010-2011 -con Isabel Celaá al frente de la cartera de Educación- podrán continuar con sus proyectos lingüísticos de centro. El Gabinete Uriarte mantiene el apoyo a estos colegios (la disposición de un crédito horario de un tercio o la mitad de la jornada, pero no los 2.000 euros al año). Se trata de una medida "transitoria" hasta que los últimos colegios adheridos al MET concluyan su ensayo este curso. Antes de que finalice 2013, Educación dará a conocer los resultados de la evaluación que el ISEI-IVEI ha realizado a los estudiantes que ya han concluido el ensayo trilingüe, a fin de testar la posibilidad de avanzar hacia un modelo plurilingüe el curso 2014-2015.
No obstante, y a tenor de las palabras de Uriarte, todo apunta a que el plurilingüismo en la escuela vasca va a ser un proceso escalonado ya que solo el 17% del profesorado acredita un B2 de inglés (el equivalente a un PL1 de euskera para docentes). Por ello parece lógico que primero se abra un periodo de formación entre el profesorado antes de que el inglés (el alemán o el francés) se convierta en una lengua vehicular normalizada en las aulas. Dentro del Departamento existen muchas reservas con comenzar la casa por el tejado, tal y como planteaba el trilingüismo abanderado por el PSE-EE.
No parece que estén dispuestos a lanzarse a generalizar una tercera lengua en el sistema educativo sin tener docentes cualificados para ello y sin que se haya resuelto el problema de garantizar el bilingüismo entre el alumnado. La titular vasca de Educación subrayó que su Departamento se va a "involucrar en mirar a una tercera, y por qué no, a una cuarta lengua partiendo del bilingüismo real y efectivo con el euskera como eje". Sin embargo dijo que "debemos hacerlo de forma ordenada". En este sentido, reiteró que primero se debe fijar "el nivel de competencia lingüística que nuestros chicos y chicas deberán tener al final de la ESO, estableciendo el tratamiento vehicular de las lenguas, fomentando el proyecto lingüístico de los centros y reforzando la formación del profesorado para poder afrontar con garantías la enseñanza de las lenguas extranjeras". Uriarte no avanzó ningún plazo, pero el ejercicio político que se acaba de abrir es clave para tejer los consensos necesarios dentro del Parlamento Vasco. El sector educativo lleva reclamando desde hace más de cinco años un acuerdo, siquiera de mínimos, para superar el actual sistema de modelos. Un marco en el que el 25% del alumnado del modelo D (todo en euskera) acaba la ESO con un nivel inicial de euskera, igual que el 43% del alumnado de modelo B (bilingüe) y el 86% del modelo A (solo castellano). Por de pronto, este curso se reforzará la presencia del euskera en el modelo A, en franco declive en las etapas inferiores. Solo el 4,9% de las nuevas matriculaciones en educación Infantil se corresponden al modelo A, frente al 75% de las familias que han optado por inscribir a sus hijos e hijas en modelo D y el 20% en B.
Se refuerza el modelo D Según los datos de matriculación, la enseñanza con el euskera como lengua vehicular se afianza en todas las etapas y en todos los territorios. En este sentido, Uriarte afirmó: "Se observa la misma tendencia que venimos apreciando durante los últimos años de aumento favorable al modelo D", una preeminencia que se ha visto incrementada dos puntos este curso. En concreto, el 63% del alumnado de las etapas preuniversitarias estudia en modelo D, el 19,9% en B y el 17% en el A, aunque la educación en castellano sigue siendo mayoritaria en FP y alcanza el 40% en Bachillerato. Como el curso pasado, se mantendrá el testimonio de víctimas del terrorismo en las aulas, tras los resultados "satisfactorios" de la evaluación que se ha realizado. Un total de 13 centros participarán en el programa Hauspoa que busca dar más autonomía a los centros. Y el 30 de octubre se dará a conocer la letra pequeña del Plan estratégico para la coeducación y la prevención de la violencia de género.