madrid. Los efectos del medicamentazo son ya más que evidentes. Algo más de un centenar de los más de 400 fármacos que salieron hace un año de la financiación del sistema público de salud y, por tanto, deben ser pagados de forma íntegra por los ciudadanos, han subido sus precios o han acabado desapareciendo del mercado por falta de ventas. La medida, puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad el pasado 1 de septiembre para ahorrar 450 millones de euros, también ha propiciado un descenso en las ventas de muchos de estos medicamentos.
La lista de 425 productos que el Ministerio de Ana Mato dejó de pagar incluía algunos de uso común como Almax, Pectox, Hemorrane, Fortasec, Acetil Cisteína o Mucosan, todos ellos para síntomas menores, según Sanidad, y con una alternativa terapéutica en el mercado que sí está financiada.
Ante la posibilidad de que la exclusión de la Seguridad Social conllevara un descenso de las ventas, como parece haber sucedido, muchos fabricantes han decidido ir subiendo los precios poco a poco. Según datos recopilados por la Federación de Empresarios Farmacéuticos Españoles (FEFE), hasta este verano habían subido su precio más de 80 medicamentos.
Los que más lo han hecho son el Mucibron, que ha aumentado su precio un 199,5% y ha pasado de costar 2,06 a 6,17 euros; la Cloperastina Normon (un 189% más, de los 1,73 a 5 euros); el Motosol y el Mucosan en jarabe (un 183% más, pasando de los 2,06 a 5,85 euros); el Daflon (un 131% más, de 4,4 a 10,18 euros).
Otros que también salieron de la financiación pública y han subido son la Acetilcisteina Normon (un 110%, de 2,15 a 4,53 euros), el Romilar (un 100%, de 2,9 a 5,8 euros, en su formato en jarabe), el Fortasec (un 100%, de 1,89 a 3,78 euros) o el Aciclovir (un 97%, pasando de 7,31 a 14,47 euros). "Las desfinanciaciones llevan consigo caídas de ventas por unidades, pero si se retoca el precio al alza los laboratorios siguen manteniendo los ingresos. Esto hace que, a medio largo plazo, determinados medicamentos, sobre todo las marcas más importantes, no vayan a sufrir", explica Enrique Granda, responsable del Observatorio del Medicamento.
La subida era esperable ya que, como reconocía poco después de entrar en vigor el director general de la Cartera de Servicios y Farmacia, Agustín Rivero, tras su salida del sistema farmacéutico público se consideran medicamentos "con precio libre" y el Ministerio "no puede actuar". Pese a ello, Sanidad propuso a los laboratorios que las subidas fueran de entre un 10 y 20% sobre el precio que tenían los fármacos cuando estaban sufragados, algo que no se ha cumplido.
Otra de las consecuencias de la desfinanciación ha sido la desaparición del mercado de una veintena de medicamentos, como algunas presentaciones de Biolid, Lactulosa Level, Toseina o Vincaminol. Generalmente, según explica el representante del Observatorio del Medicamento, esto ha sucedido en aquellos fármacos o presentaciones que "ya se vendían poco" o que tenían "un fuerte competidor". Además, la salida de la Seguridad Social también ha propiciado que se produzca un "doble precio" en aquellos casos excepcionales en que un medicamento determinado podía estar financiado o no en función de su indicación terapéutica.
Esto ha dado lugar a que, por ejemplo, si el Romilar está prescrito para la tos persistente se financia y cuesta 1,34 euros (en comprimidos), 2,9 euros (en jarabe) y 2,05 euros (en gotas). En cambio, para otras indicaciones o en caso de venta libre su precio asciende a 2,69, 5,81 o 4,09 euros, respectivamente.