vitoria. El futuro traslado de las sedes municipales del centro y de sus funcionarios a San Martín conlleva tres beneficios: una atención ciudadana ágil y centralizada gracias a su ventanilla única, mejores condiciones laborales para los trabajadores y el ahorro de los 2,5 millones de euros que se deja ahora el Consistorio al año en alquileres. "Es una nueva manera de entender la administración, una administración que ahorra todos los días y evita gastos superfluos", ensalzaba el alcalde vitoriano, Javier Maroto, el día en que empezaban las obras del aparcamiento que acompaña al nuevo edificio para que la constructora rentabilice la obra. Era el 27 de febrero de 2012. Desde entonces, los trabajos han avanzado a buen ritmo y las plazas de estacionamiento han ido encontrando compradores. Las ventas ya van por su segunda fase. A falta de muy pocos huecos libres, la constructora puede hablar de éxito.
La UTE formada por las empresas alavesas Lagunketa, Zikotz, Pérez de San Román y Giroa, integrantes de Lepazar XXI, es la encargada de llevar adelante la obra. El parking subterráneo, con 555 plazas, estará dotado de modernos sistemas de eficacia constructiva y sostenibilidad, contará con pasillos de hasta 5,40 metros de anchura para facilitar las maniobras de aparcamiento y tendrá luminarias de activación automática mediante sensores de presencia en los accesos peatonales para favorecer el ahorro energético. Lo último en diseño funcional y nuevas tecnologías, con el espíritu green que Vitoria se empeña en enarbolar, muy especialmente desde que se convirtió en Capital Verde Europea el año pasado. Además, habrá un estacionamiento con 157 huecos en superficie de carácter rotatorio,
Lepazar XXI es también la encargada de la construcción de las nuevas oficinas técnicas de Vitoria. El edificio, que albergará inicialmente a 450 funcionarios municipales en una primera fase -ya se prevé una segunda de ampliación-, dispondrá de planta baja más cuatro alturas. Su diseño se ha inspirado en la almendra medieval y, al igual que en el caso del aparcamiento, se ha concebido con argumentos de eficiencia energética, de manera que sea sostenible y eficaz en sí mismo. El proyecto tiene muy en cuenta valores como el compromiso con el contexto urbano, la contemporaneidad de su diseño, la investigación tipológica y funcional, la calidad espacial, la relación entre medios y fines, la representatividad necesaria y la importancia de los criterios de eficiencia y flexibilidad.
El nuevo edificio contempla además mejoras energéticas respecto al primer boceto, incluidas a petición municipal y por las que el inicio de las obras sufrió un retraso considerable. Esas ventajas añadidas permitirán ahorrar el 50% en la factura de consumo energético total anual. Además, las emisiones de dióxido de carbono por unidad de superficie se reducirán cerca del 20%. El actual equipo de gobierno está convencido de que las oficinas municipales están abocada a ser un icono de ecoeficiencia. Filosofía que también ha intentado trasladar a otros proyectos que también ahora están tomando forma: la reforma del Palacio de Europa y la construcción de la estación de autobuses.