Vitoria. Dicen que no hay mal que por bien no venga, y parece que, al menos en términos turísticos, incluso un mal endémico como la crisis económica puede encontrar resquicios positivos. En el caso del turismo, más lejos significa más dinero, por lo que Vitoria se está convirtiendo este año en un buen destino para los viajeros estatales que buscan una buena relación calidad/precio en sus vacaciones de corta estancia. "Éste es un año complicado porque la crisis está afectando mucho al turista nacional, pero por otro lado quizás la crisis a destinos turísticos como Vitoria y Euskadi en general le está beneficiando. No diría que todo el mundo puede irse de vacaciones, porque algunos no pueden de ninguna manera, pero un gran número de personas puede salir dos, tres o cuatro días y para ellos nuestro destino es atractivo. De algún modo la crisis nos está beneficiando", sostiene Ana Lasarte, responsable del Servicio municipal de Turismo.

En pleno azote de la crisis, Vitoria está sufriendo la resaca de las buenas cifras cosechadas en 2012, el que fue "el mejor año turístico de esta ciudad". Por eso, Lasarte se muestra satisfecha de que, sin ir más lejos, estas fiestas de La Blanca la capital alavesa haya vivido un incremento del 3,8% en el número de visitantes, aunque este aumento se limita según los datos a apenas 210 turistas más que en las fiestas del pasado año. De los 5.535 turistas que aterrizaron en Vitoria durante las fiestas de 2012 se ha pasado este año a 5.745. En total, 210 turistas más.

Con todo, Lasarte da por buenas las cifras. "Es cierto que el incremento es ligero pero es para estar satisfechos porque nuestro objetivo era al menos mantenernos igual que el año pasado", asevera la jefa del departamento de turismo del Ayuntamiento antes de recordar que sólo se contabiliza los que acuden a la oficina de turismo a buscar información. Por otra parte, y aunque el aún resta un largo mes de agosto por delante, en el Consistorio han recibido con satisfacción los guarismos de ocupación hotelera en estos primeros días del mes estival. "A pesar de que no hemos tenido un fin de semana, que es algo de lo que se quejan mucho nuestros hoteleros y hosteleros, los datos de ocupación son bastante buenos, con cifras que van del 80% al 93% de ocupación, unas cifras muy buenas porque estamos trabajando en una situación económica muy compleja con poco poder adquisitivo en las familia", incide finalmente Ana Lasarte.