madrid. El pederasta Daniel Galván, detenido anteayer en Murcia tras ser revocado su indulto en Marruecos, ingresó a las 13.10 horas de ayer en la cárcel madrileña de Soto del Real tras decretar la Audiencia Nacional su prisión provisional mientras se decida su extradición. El juez de guardia Fernando Andreu decidió su ingreso en prisión provisional ante el riesgo de fuga y la gravedad de la pena impuesta (30 años de cárcel).

Además, ayer un vecino de Torrevieja (Alicante), padre de una menor, presentó una denuncia contra el pederasta por presuntos abusos sexuales cometidos contra su hija, que en la actualidad continúa sin superar la mayoría de edad. Al parecer, los hechos ocurrieron "hace años" en la población, en la que Galván alega tener una residencia. La denuncia podría hacer que Galván fuera juzgado también por delitos cometidos en España.

extradición El Ministerio de Justicia no descartó como "posibilidad razonable" que el pederasta acabe cumpliendo en España la condena que le fue impuesta en Marruecos, ya que si no hubiera sido indultado "erróneamente", se estaría tramitando su expediente para cumplir la pena en España.

El director general de Cooperación Jurídica Internacional y Relaciones con las Confesiones del Ministerio de Justicia, Ángel Llorente, apuntó que, en virtud de los acuerdos entre España y Marruecos, Galván solicitó el traslado para cumplir condena en España y ahora es el Ministerio de Justicia marroquí el que tiene que dar su consentimiento para que el Ministerio de Justicia español tramite la solicitud. Recalcó que Galván tiene derecho a cumplir en su país (adquirió la nacionalidad en España al casarse con una mujer española, de la que se encuentra divorciado) la condena por razones humanitarias, más cerca de su familia.

El ministro de Justicia marroquí, por su parte, contempló varios escenarios para el futuro de Galván Viña. Consideró que es inviable que el pederasta vuelva al reino alauí para cumplir el resto de su pena. Las únicas posibilidades posibles serían, a juicio del ministro de Justicia marroquí, que Galván Viña cumpla su condena en una cárcel de España o que las autoridades españolas inicien un "nuevo proceso" en base a pruebas y documentos que pueda presentar Marruecos próximamente. También dijo que el Gobierno español podría despojarlo de su "nacionalidad adquirida" y posteriormente extraditarlo al país magrebí.

Por su parte, Galván se negó a ser extraditado durante su declaración e invocó su arraigo en España por sus amistades y por tener una casa en Torrevieja (Alicante).

Sin embargo, en el auto de prisión, el juez mantuvo que Galván "carece de arraigo, familiar, social económico o de otro tipo que neutralice la tentación de ponerse fuera del alcance" de la Justicia. Según el auto, la dirección que facilitó Galván en la Audiencia Nacional es de un amigo.