Santiago. Un Santiago de Compostela despidió ayer a las víctimas mortales de la tragedia ferroviaria del 24 de julio, que se cobró la vida de 79 personas y dejó más de 150 heridos, en un multitudinario y emotivo funeral celebrado en la catedral.
Los Príncipes de Asturias, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la infanta Elena, duquesa de Lugo, once presidentes autonómicos y representantes de las principales instituciones del Estado asistieron a esta misa junto a familiares de las víctimas y vecinos de Angrois, el barrio donde se produjo el accidente y cuyos habitantes fueron los primeros en acudir a ayudar. Numerosos ciudadanos se acercaron además al templo para asistir a la misa, haciendo cola desde dos horas antes, aunque no todos pudieron entrar y han seguido la ceremonia desde una pantalla gigante situada en la plaza de la Quintana.
En su homilía, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, se dirigió en todo momento a las familias de las víctimas, a quienes aseguró que Galicia y España les "llevan en el corazón" desde que se produjo el fatal accidente. Barrio, que también tuvo un recuerdo para las víctimas del accidente del autocar en Italia, recordó cómo en el atardecer del 24, "un día que se presentaba festivo", la noticia del accidente ferroviario "sobrecogió" el "alma" de todos. Las campanas de la catedral de Santiago tocaron a muerto desde las seis de la tarde hasta el inicio del funeral, una hora después, y en ese rato, las plazas aledañas al templo se han llenado de peregrinos, turistas y curiosos para ver llegar a las autoridades.
Dar el pésame Tras la ceremonia, que duró una hora, los Príncipes de Asturias, la duquesa de Lugo, Rajoy y su mujer, Núñez Feijóo, el arzobispo y el alcalde de Santiago, Angel Currás, recorrieron durante veinte minutos los bancos donde estaban las familias de las víctimas para darles el pésame.
Algunos de los familiares no pudieron contener las lágrimas durante estos momentos. Los comercios y hoteles de Santiago acompañaron el luto de esta jornada con banderas de Galicia con un crespón en memoria de las víctimas.
l Los heridos no fueron al hospital más cercano por carecer de un servicio de urgencias. La conselleira de Sanidad, Rocío Mosquera, explicó ayer que los heridos del descarrilamiento del tren en Santiago no fueron trasladados al hospital más próximo al lugar del siniestro porque este centro carece de urgencias y, por tanto, no está en el plan de emergencias. Mosquera justificó así la decisión del servicio de urgencias de que ningún herido fuera trasladado al Hospital Provincial en respuesta a las quejas que ha habido entre el personal sanitario. Fue el hospital de campaña del 061 el que decidía, según el estado clínico de cada paciente, a donde se trasladaba a cada uno de los heridos.
l La cifra de ingresados en hospitales gallegos cae a 69, 22 de los cuales siguen en estado crítico. El número de heridos en el accidente de tren de Santiago que permanecen ingresados en los distintos hospitales gallegos cayó ayer hasta 69 tras ser dado de alta un paciente en el centro compostelano de La Rosaleda. La consejera de Sanidad, Rocío Mosquera, detalló que el número de heridos críticos se mantiene en 22. De ellos, dos son niños que se encuentran en la UCI pediátrica. Mosquera valoró que muchos sanitarios "alargaron sus turnos" o acudieron a los hospitales "para reforzar la asistencia" y destacó la labor de los psicólogos y psiquiatras.
l Lapóliza de seguros de Renfe contempla una indemnización de 60.000 euros por fallecido. La póliza de seguros que Renfe tiene suscrita con Allianz amplía las coberturas e indemnizaciones legalmente establecidas, de forma que contempla una indemnización por fallecimiento de 60.000 euros. En cuanto al seguro contratado con Renfe, Allianz destacó que la póliza suscrita amplía las coberturas establecidas de forma que, en caso de fallecimiento, la compensación es un 66% superior a lo que marca la ley. El seguro también incluye el traslado o repatriación de los fallecidos desde el lugar del accidente, con unos gastos de sepelio de hasta 3.000 euros.