México. Sin el despliegue mediático al que acostumbraba el anterior Gobierno, las autoridades mexicanas anunciaron la tarde del lunes la detención de uno de los capos más buscados por México y Estados Unidos: Miguel Ángel Treviño Morales, alias Z-40, nada menos que el líder del sanguinario cártel de Los Zetas. La operación, en la que según las autoridades nadie resultó herido ni se realizó un solo disparo, estuvo a cargo de la Marina mexicana y tuvo lugar cerca de la localidad de Nuevo Laredo, en el estado de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos.

Junto con Treviño fueron arrestadas otras dos personas, su escolta y el encargado de las "operaciones financieras de la banda", que le acompañaban. La Secretaría de Gobernación -Ministerio del Interior- y la Marina difundieron fotografías, un vídeo y un mapa del punto donde fueron localizados. Nada de presentaciones de los narcos ante la prensa, como solía hacer el Gobierno de Felipe Calderón. La detención de Treviño representa el primer gran golpe de Enrique Peña Nieto a los cárteles de la droga desde que llegó a la presidencia y en este caso también ha marcado su propio estilo.

A los detenidos se les decomisaron dos millones de dólares, ocho armas largas y alrededor de 500 cartuchos de munición.

El arresto se produjo después de meses de trabajos de inteligencia, que indicaban que Treviño se desplazaba por caminos rurales situados entre los estados de Coahuila y Tamaulipas.

Trayectoria Z-40 se convirtió en el líder del cártel de Los Zetas, el más temido de México y Centroamérica, en octubre de 2012 tras la muerte de Heriberto Lazcano, alias El Lazca, abatido en un enfrentamiento con efectivos de la Marina y cuyo cadáver fue robado de la morgue, un hecho que se atribuye precisamente a Treviño. Nacido en Nuevo Laredo hace 40 años, creció en Dallas. Fue allí donde comenzó su actividad delictiva en una banda que se dedicaba a robar coches y al narcomenudeo. En la década de los 90, Treviño ingresó en el cártel del Golfo, en un grupo de escoltas del líder, Osiel Cárdenas, para el que también fueron reclutados exmilitares de élite. Todos ellos formaron entonces Los Zetas, que se convirtió en el brazo armado del cártel. Treviño es el único civil entre sus fundadores. En 2010, el grupo se separó del cártel del Golfo y comenzó a extenderse por México, especialmente por el norte y noreste, antes de iniciar una cruenta guerra contra sus antiguos socios.

El historial de Treviño, considerado por Estados Unidos como el "criminal más sanguinario y desalmando de México", es extenso. Se le atribuyen la matanza de 72 inmigrantes en un rancho de Tamaulipas en 2010, el incendio del Casino Royale de Monterrey en 2011, el secuestro de 193 personas que viajaban en un autobús a la frontera con Estados Unidos -sus cuerpos aparecieron en una fosa común- y el asesinato de un hijo de Humberto Moreira, expresidente del PRI, nada más asumir el liderazgo del grupo. Estados Unidos pedía por él 5 millones de dólares y México, otros 2,5 millones.