gasteiz. González, hasta entonces, ejercerá "una oposición constructiva", basada en pactos como el alcanzado con los populares para gestionar la prórroga presupuestaria. Un acuerdo, a su juicio, que "ha beneficiado a Álava de una forma fundamental", pese a las voces que han cuestionado este entendimiento extensible al Ayuntamiento de Vitoria. "Nosotros no miramos con quién llegamos a acuerdos, sino el contenido de esos acuerdos", argumenta González, también "absolutamente convencido" de que haber sido el salvavidas del Gobierno foral no le pasará factura. "No estamos en los tiempos del no por el no, de la oposición por la oposición", advierte. La reactivación económica, abandonar el seguidismo de Madrid y "centrarse en las personas" son las condiciones que el líder jeltzale pone a De Andrés para iniciar una posible negociación de los Presupuestos de 2014.
Al diputado general se le ha reprochado su falta de iniciativa y de liderazgo durante estos dos años de mandato, una crítica que también hace suya el PNV. ¿Cómo ha influido esto en la gestión del territorio?
A nosotros no nos ha sorprendido la falta de capacidad, de iniciativa y de impulso político de Javier de Andrés, porque si algo dejó claro en su investidura fue que su política iba a consistir exclusivamente en recortes y austeridad. No tenía otra propuesta. Con ese programa, con los votos del PSE y la colaboración de EB fue elegido diputado general. Y lo que ha hecho es cumplir su programa, que era no realizar inversiones, ni proyectos, ni poner en marcha medidas de impulso a la economía. ¿Qué ha significado esto? Una paralización del territorio. Si hacemos una reflexión sobre cuáles han sido los proyectos que ha puesto en marcha De Andrés, la respuesta es ninguno. Nadie es capaz de citar uno solo.
En su defensa, De Andrés proclama que la oposición se dedica a devaluar su labor.
Todo lo contrario. Respecto a la posición del PNV, nuestra oposición ha sido como siempre constructiva. Fundamentalmente, nos hemos dedicado a proponer alternativas y soluciones. Voy a citar dos, aunque son muchas más. Por ejemplo, el reparto de 31,5 millones de euros entre todas las entidades locales alavesas es una iniciativa del PNV, que ha servido para que éstas puedan abordar los proyectos que tenían pendientes en la medida de lo posible. Al Ayuntamiento de Vitoria le han llegado 24 millones derivados de esta iniciativa. Y segundo, medidas para la reactivación económica. Ya en julio de 2012 propusimos un paquete de medidas en este sentido entre las que destaca la constitución de un programa de avales para la financiación de las pequeñas empresas y los autónomos. Esto demuestra que no hacemos una oposición destructiva, al contrario. Hacemos una oposición de propuestas y de alternativas.
¿A su juicio, qué ámbito ha sido el más castigado por la gestión del PP?
Sin duda, en el que su falta de iniciativa ha tenido un efecto más pernicioso ha sido el ámbito del desarrollo de la actividad económica. Y lo prueban los más de 27.000 desempleados que ahora tiene Álava. No voy a responsabilizar sólo a De Andrés de esos 27.000 desempleados, pero sí de no haber afrontado esta situación con decisión. De no haber sido capaz de adoptar medidas para limitar los efectos del desempleo.
¿Podría rescatar algo positivo de su Gobierno?
Si hay que decir algo positivo es que, a partir de diciembre de 2012, cuando De Andrés ve rechazados sus Presupuestos y tiene que remodelar su Gobierno porque si no se abordaba una moción de censura contra uno de sus diputados (Luis Viana), hay un cambio de talante y se muestra dispuesto a negociar. Fruto de ello está también la negociación con el Gobierno Vasco para aprobar el Fondo Interinstitucional para la Reactivación Económica.
Censuran también la sumisión del Gobierno hacia las políticas dictadas desde Madrid. ¿Le duele más su posición respecto a Garoña o a Foronda, por poner dos ejemplos?
Hay una sumisión que además es entusiasta. No es que De Andrés aplique las medidas de Rajoy porque no le queda más remedio, sino porque las comparte de manera entusiasta. Me parece sangrante lo que está ocurriendo con Foronda. Hay una decisión estratégica del Gobierno de Rajoy para cerrar Foronda y abandonarlo a su suerte para potenciar el aeropuerto de Zaragoza y es lamentable que De Andrés y el PP alavés compartan esa política. De los 130 trabajadores que había en el aeropuerto hace unos meses ahora hay apenas 30, y así es imposible tener un aeropuerto de primer nivel en carga, que es lo que todos desearíamos en Álava.
Otro de esos temas espinosos en los que De Andrés se ha mostrado tibio es el 'fracking', pero ¿cuál es la posición que defiende el PNV a este respecto?
Contrariamente a lo que se suele decir, nuestra posición es absolutamente clara. Somos contrarios a cualquier técnica que pueda poner en riesgo la seguridad medioambiental, y el fracking lo es. Por eso, somos claramente contrarios a la extracción del gas con esta técnica.
Sí, pero el Gobierno Vasco ha hablado de iniciar la exploración...
Lo que ha manifestado es su intención de abordar la exploración, pero con técnicas seguras. Y compartimos esa intención. Pero el fracking para nosotros no es una técnica segura y por eso no puede utilizarse en ningún caso.
Volviendo al inicio de la legislatura, el PNV pudo haber gobernado de haberse producido un acuerdo entre los grupos de la oposición...
(Interrumpe) No, podría haber gobernado de no haber apoyado a De Andrés el PSE y de no haberlo hecho de manera indirecta EB.
Aun conocidas esas circunstancias un tanto oscuras de aquella negociación, ¿se arrepiente ahora de no haber impedido a De Andrés acceder al sillón foral?
Nosotros hicimos lo posible por impedirlo, todo lo que estaba en nuestra mano. Presentamos un programa que en pura lógica tenía que ser compartido en gran parte por el resto de grupos de la oposición, pero esas oscuras circunstancias por parte de EB y la apuesta estratégica del PSE por garantizar la tranquilidad de Patxi López en Ajuria Enea provocaron la llegada al poder de Javier de Andrés. Pero quiero decir una cosa a este respecto. Aquí hay responsables claros de que De Andrés sea diputado general, con nombres y apellidos. Y el responsable máximo es Txarli Prieto, que es cómplice de todas las políticas de Javier de Andrés, con absoluta claridad.
¿Cómo valora el papel que está jugando la oposición a lo largo de esta legislatura?
Aquí estamos ante una disyuntiva, qué tipo de oposición hacer. Nosotros tenemos una apuesta clara por una oposición constructiva. ¿Cómo veo a los demás? Aquí hay de facto un pacto Bildu-PSE, que aunque no sea público existe y lo vemos en el día a día en las Juntas Generales, con una finalidad última: trasladar a Álava las políticas que estos mismos partidos están negociando y pactando en Gipuzkoa. Y eso nos parece tremendamente negativo, porque no creemos que sean las mejores políticas y porque muy poco tiene que ver la situación de Gipuzkoa con la de Álava.
¿En qué ha beneficiado a la sociedad alavesa el pacto PP-PNV que salvó la prórroga presupuestaria?
Cuando en diciembre de 2012 se produjo el Pleno de debate de totalidad de los Presupuestos ya advertimos de que no podíamos aprobarlos porque no los compartíamos. Nos parecían muy negativos, porque eran una continuidad de los que el año anterior habían pactado PP y PSE. Nos abstuvimos pero también dijimos otra cosa, que la prórroga podía generar una situación de inestabilidad y que eran necesarios acuerdos que generaran estabilidad. Por eso estuvimos dispuestos a negociar desde el primer momento esa norma que ampliaba la posibilidad de gasto en 5,2 millones. Ese acuerdo ha beneficiado a Álava de una forma fundamental, porque ese dinero va directamente a la actividad económica y al tejido asociativo y cultural alavés. Ese pacto ha permitido salvar a colectivos que, si no, correrían el riesgo de desaparecer. Ha conseguido mantener las políticas de euskera. Ha permitido salvar, por lo tanto, una parte de lo que se cargaba la prórroga presupuestaria del PP. ¿Es un acuerdo formidable que permite que Álava se gestione de la mejor manera? Evidentemente no, pero es un pacto que permite mejorar las cosas, que es nuestra intención.
Aun así, no son pocas las voces que han cuestionado ese acuerdo con los 'populares'. ¿Cree que ser el 'salvavidas' de este Gobierno les puede pasar factura?
Estoy absolutamente convencido de que no. Es más, la propia encuesta que DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA publicaba el pasado domingo pone en valor el acuerdo y lo que la ciudadanía valora son las políticas constructivas, políticas de, por lo menos, intentar los acuerdos. Nosotros no miramos con quién llegamos a acuerdos, sino el contenido de esos acuerdos. Y éste es un acuerdo bueno para Álava porque permite abordar políticas que no estaban incluidas en la prórroga y que son profundamente beneficiosas para la ciudadanía. No estamos en los tiempos del no por el no, de la oposición por la oposición y de intentar oponerse a todo, todo lo contrario.
Teniendo en cuenta los resultados de esa encuesta, que también dejan en buen lugar al PNV en Gasteiz, y el desgaste de De Andrés, ¿se ve en el palacio foral dentro de dos años?
Estoy absolutamente convencido de que el PNV va a volver al palacio foral dentro de dos años, pero por un motivo fundamental, y es que el PNV representa a un sector muy amplio de la sociología alavesa que no comparte las políticas del PP. Y eso está calando en la sociedad. El PNV está en una posición inmejorable para recuperar el sillón foral dentro de dos años y estoy firmemente convencido de que va a ser así.
Viendo sus diferencias con la oposición, su acuerdo con el PP y la situación de Gasteiz, ¿sería descabellado pensar en un pacto a la vitoriana pero aquí, en la Diputación, con el PNV gobernando?
Lo veo tremendamente complicado. Podemos llegar a acuerdos puntuales con el PP y con el resto de fuerzas políticas, y lo hemos hecho a lo largo de la legislatura. Pero para un pacto de Gobierno no veo en este momento esa posibilidad. Habrá que esperar al resultado de las elecciones, que estoy plenamente convencido que va a ganar el PNV, y después, si fuera necesario. intentar alcanzar acuerdos de Gobierno, pero con el PP lo veo tremendamente complicado.
¿Se ha dado ya algún acercamiento con el PP de cara a negociar los Presupuestos de 2014?
No, todavía no hay ningún contacto en ese sentido. En realidad, la posibilidad de un acuerdo presupuestario para 2014 puede plantearse a partir del Consejo Vasco de Finanzas de octubre, donde se va a decidir el techo de gasto de cada una de las diputaciones. A partir de ahí, el Gobierno foral conocerá de qué presupuesto va a disponer para el año siguiente y podrá comenzar las negociaciones. Esperaremos hasta esa fecha y tendremos la misma disposición de no impedir que haya presupuestos y de intentar que esos presupuestos sean los mejores posibles para Álava. Si es posible el acuerdo, perfecto, pero si no lo es, volveremos a estar en la misma situación. No podemos avanzar nada, todavía es muy pronto.
¿Qué condiciones deberían darse para llegar a ese escenario de acuerdo?
Suena muy lejos, pero el Presupuesto debería abordar de manera clara una política de reactivación económica, abandonar el seguidismo a las políticas de Madrid y el recorte por el recorte, y centrarse en la defensa de las personas. A partir de ahí, podríamos empezar a hablar. No es desde luego lo que ha hecho el PP hasta ahora, no tenemos un buen precedente.
¿Ve a De Andrés acabando la legislatura? La moción de censura ha sobrevolado el palacio foral en algunos momentos.
Eso ha sido más objeto de comentarios de pasillo que de un planteamiento serio. La posición del PNV no es generar inestabilidad ni especular con la posibilidad de una moción de censura. La estabilidad es un valor y más en un momento de crisis económica como éste. Nuestra aspiración es ganar a Javier de Andrés, pero en las elecciones.