MADRID. La operación que ha supuesto la desmantelamiento de dos redes de prostitución chinas rivales que actuaban en el sur de Madrid se ha saldado con medio centenar de detenidos en España y Francia y con la liberación de 25 mujeres, que recibían un trato "inhumano" hacinadas en habitaciones sin ventanas.
Según ha informado hoy el director de la Policía Nacional, Jose Ignacio Cosidó, estas mujeres, entre las cuales hay tres menores de edad, eran traídas previo pago de 14.000 euros bajo la promesa de que iban a trabajar en peluquerías con un sueldo de 4.000 euros mensuales, pero una vez en Madrid vivían encerradas en pisos de unos 6 metros cuadrados en los que no había ventanas o éstas estaban clausuradas y eran obligadas a ejercer la prostitución 24 horas al día.