bilbao. En la apuesta del Gobierno Vasco por salvaguardar el sistema sanitario vasco como "público, universal y de calidad", Darpón recalcó que en Euskadi la salud es un "derecho de las personas" y no "una consecuencia de la cotización a la Seguridad Social". En esta línea, el consejero de Salud fue contundente al señalar que se garantizará la asistencia a todas las personas residentes en la Comunidad, ya que "la solidaridad es uno de los principios de Osakidetza. Los inmigrantes no vienen aquí para tener buena salud, sino en busca de trabajo. Además, tener bolsas de no salud, sobre todo si son dolencias infecciosas, tiene muchos riesgos", apuntó.
Consciente de que Euskadi no se encuentra en una zona con impacto de emigración, el consejero de Salud aseguro que "para nosotros sería reprobable socialmente que alguien de fuera falleciera en la puerta de un hospital de Osakidetza sin atención sanitaria por no disponer de una tarjeta de plástico". "Este no es nuestro camino", sentenció, evitando juzgar otros modelos sanitarios como el madrileño.
Por ahora, para poder acceder a un tarjeta sanitaria en Euskadi, los inmigrantes sin papeles deben cumplir dos requisitos: estar empadronados y demostrar una residencia de 90 días en la Comunidad. Tras los primeros tres meses reciben una tarjeta provisional, que al cabo de un año se convierte en definitiva. Desde 2005, Salud ha tramitado más de 3.500 tarjetas para inmigrantes en situación irregular.
El decreto que baraja el Gobierno Vasco para garantizar los derechos sanitarios a este colectivo poblacional rebajará de un año a seis meses el tiempo de espera para disponer de la tarjeta definitiva.