DONOSTIA. La Ertzaintza considera que, conforme a sus investigaciones, "no se puede hablar" de que existiera "una trama delictiva" dedicada al robo de bebés.
El director de la Policía vasca, Gervasio Gabirondo, acompañado por la jefa de unidad de Investigación Judicial, Maite Salaberria, ha hecho esta afirmación durante su comparecencia hoy ante la comisión de las Juntas Generales de Gipuzkoa que investiga la supuesta sustracción de recién nacidos que se hubiera producido hace varias décadas.
Salaberria ha aclarado que sí pudieron existir algunos casos de adopciones irregulares en la década de los setenta pero que, en todo caso, fueron "voluntarias" y ha apuntado que sería "difícil" que no hubiera salido antes a la luz la existencia de una trama delictiva organizada en la que irremediablemente hubieran tenido que participar varias personas.
Gabirondo ha dicho que en ninguno de los casos denunciados e investigados por la Ertzaintza ha podido acreditarse "la existencia de delito" con lo que "mucho menos" puede hablarse de una trama.
No obstante, Gabirondo ha querido dejar claro que las investigaciones desarrolladas por la Policía vasca están relacionadas con denuncias presentadas en sus dependencias o con asuntos derivados desde los juzgados por lo que pueden existir otras averiguaciones de las que no tengan constancia.
Ha señalado que el número de denuncias presentadas ha decrecido paulatinamente desde 2011, y ha augurado que esta tendencia se mantendrá en los próximos años.
De hecho, el número de casos investigados por este cuerpo policial ha pasado de 72 en 2011, a 51 en 2012 y 6 en 2013, ha señalado Gabirondo, quien ha comentado que la mayoría de las denuncias -68 %- procede de Gipuzkoa, seguida de Álava -28 %- y Bizkaia -4%-.
La Ertzaintza también ha participado en media docena de exhumaciones y en todas ellas se hallaron restos humanos, aunque en uno de los casos no eran visibles y su existencia tuvo que ser determinada a través de análisis de ADN, ha señalado Salaberria.
La mayoría de los supuestos casos de bebés sustraídos investigados por la Policía vasca estaban relacionados además con embarazos problemáticos o partos complicados.
Salaberria ha explicado que las mayores incidencias durante la investigación están relacionadas con el "tiempo transcurrido", pero ha recalcado que la "colaboración ha sido absoluta" y que no hay ninguna "gran coincidencia" de "nombres concretos" de profesionales implicados en los casos denunciados.
La comisión de las Juntas ha contado también hoy con la intervención del secretario del Obispado de SaDonostia, Tomás Iraola, quien ha insistido en que no tienen constancia de "ningún caso anormal" y que hacen "todo" lo que está en sus manos para colaborar en el esclarecimiento de "cualquier posible duda" relacionada con el presunto robo de bebés.
"La voluntad de la Iglesia es colaborar al 100 % con un hecho que hay que aclarar", ha recalcado Iraola, quien ha asegurado que han puesto a disposición de la investigación toda su información, aunque los sacerdotes y monjas en activo en aquellas décadas han fallecido.
Ha aclarado que los bautismos habituales se registraban, pero no ocurría así con "las aguas de socorro", un bautismo de urgencia para bebés cuya vida corría peligro que, en ausencia de un sacerdote, podía ser "dado" por cualquier persona sin necesidad de que el agua hubiera sido bendecida si lo demandaban sus progenitores.
En el caso de que el niño viviera lo habitual era la celebración de otra ceremonia en su parroquia que se registraba, pero si moría no se anotaba nada ya que "el único sentido" de dicha inscripción era que ese niño en un futuro pudiera recibir otros sacramentos, algo que ya no tenía sentido, ha explicado Iraola.
Ha señalado, por último, que a la Iglesia no le consta "de ninguna manera la existencia de datos falsos" y ha señalado que las únicas "dudas" de las que tienen constancia son las que les han hecho llegar desde los juzgados.