En la guerra contra el tabaquismo no hay tregua. A pesar de la cruzada emprendida desde hace años contra productores y distribuidores de tabaco, estos no parecen estar dispuestos a dejar escapar un negocio que cada año les reporta miles de millones de euros. Así que en esta suerte de supervivencia cualquier cosa vale. Y si no, que se lo pregunten a la firma italiana que hace tiempo decidió franquiciar su idea de dotar a sus cigarrillos electrónicos con el mismo karma comercial que los productos de Apple, por ejemplo. Un proyecto bautizado en este caso como Puff, que parece haber encontrado un nuevo nicho de mercado a través de locales tipo Apple Store especializados en la venta de soluciones para el humo digitalizado, esto es, cigarrillos electrónicos, carga de líquidos para los mismos y una amplia gama de accesorios. Del resultado del negocio, que cuenta ya con extensiones por toda Europa, acaba de dar cuenta Vitoria, capital donde esta franquicia abrió la semana pasada su enésimo local (Puff Store), ubicado en la calle Diputación y con un catálogo que ofrece más de 300 artículos relacionados, además de un servicio de consultoría que pregona un "célebre" método para dejar de fumar.

Una demanda "enorme" El auge de este tipo de locales no es casualidad. El aumento mundial de exfumadores es progresivo y con él la caída de las ventas de tabaco, que las compañías tratan de equilibrar a base de sucedáneos como parches, chicles de nicotina o cigarrillos electrónicos. En esta línea, la demanda de este tipo de artilugios, que están formados por una batería y una recarga con o sin nicotina, aderezada con diversos aromas y otros ingredientes, no sólo es "enorme", apuntan en la franquicia, sino que está previsto que siga creciendo en la próxima década. Así que a priori, parece que se trata de un negocio rentable.

Sin embargo, de la mano de este tipo de negocios llega la polémica, motivada por la supuesta seguridad de esta alternativa y sobre todo por si realmente este cigarro ayuda a dejar el hábito de fumar. "No son ningún método para abandonar el hábito del tabaco, aunque sí ayudan a calmar la ansiedad", sostiene la directora general de la Unidad de Negocios de Cofares, Sofía Azcona. Tampoco la agencia estadounidense del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) dejaba en 2009 en buen lugar a este tipo de cigarrillos, en los que detectó sustancias cancerígenas y tóxicas, o la Sociedad Española de Neumología (Separ), que advertía recientemente: "La nicotina no siempre aparece reflejada en la composición de las recargas".