Vitoria. A finales de abril, 1.724 mujeres vascas figuraban como víctimas "de alto riesgo" de la violencia machista. Es más, 90 de ellas están calificadas como de riesgo "especial". Tanto éstas, como las 2.934 que figuran con un nivel de riesgo "básico" y buena parte de los 800 hombres que padecen violencia doméstica, reciben algún tipo de información, atención y medidas de protección técnica o personal por parte de la Ertzaintza, en función del nivel de riesgo asignado en cada caso. La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, que compareció recientemente en el Parlamento Vasco para explicar la protección que se da a las víctimas de malos tratos, explicó que hay 53 féminas que cuentan con servicio de escolta permanente, 32 con medidas de contravigilancia y 28 llevan pulseras electrónicas.
La consejera puntualizó que todas las víctimas que están calificadas como de "riesgo especial" cuentan con medidas de protección adicionales como control de rutinas y zonas, y seguimiento telemático. Beltrán de Heredia aseguró que la desaparición de la Unidad de Seguridad de Personas conocida como unidad de acompañamiento de la Ertzaintza para mujeres víctimas de la violencia machista no va a mermar ese servicio y garantizó que toda mujer que necesite protección en Euskadi "la va a tener". La consejera de Seguridad explicó que la unidad de acompañamiento, en ningún caso ha sido una unidad especializada en materia de género.
Informó de que en cada una de las 25 comisarías existen grupos de violencia de género encargados de abrir y gestionar los expedientes. Se abre uno por cada unidad familiar con objeto de dar una asistencia y tratamiento global, así como de adjudicar un ertzaina de referencia, que es el contacto con el que las víctimas tratan de manera habitual. Actualmente existe un equipo de 74 profesionales repartidos por las comisarías de la Policía autonómica y dedicados en exclusiva al tratamiento de la violencia machista, agentes "que ofrecen a las víctimas concienciación, información y protección".
Valoración particular La consejera explicó que cuando la Ertzaintza tiene conocimiento de un caso de violencia machista o doméstica los agentes realizan una valoración de la situación de riesgo en que se encuentra la víctima para articular las medidas de protección adecuadas a cada caso, prevenir nuevas agresiones y protegerla adecuadamente. En este sentido, señaló que en el último año se ha detenido a 237 agresores que habían quebrantado la orden judicial de alejamiento o las medidas de seguridad impuestas.