Vitoria. El Hospital San José de la capital alavesa añadirá próximamente a su cartera de servicios una innovadora técnica para el tratamiento de la obesidad, el denominado método POSE, que posibilita la reducción del estómago por vía endoscópica, sin incisiones. Pionero en Álava, se trata de un método especialmente indicado para los pacientes con un índice de masa corporal de entre 31 y 40 kg/m2, los que padecen un exceso de peso de entre 30 y 40 kilos, personas que antes ya han intentado adelgazar con distintas dietas o incluso con otros tratamientos pero que con el tiempo han recuperado el peso perdido. También, para quien desee un tratamiento permanente en primera instancia o no quiera someterse a cirugías mayores. "No vale para todo el mundo. Por eso, es muy importante una selección adecuada del paciente", explica el doctor Carlos Marra-López, el especialista que desarrollará esta técnica en el centro hospitalario vitoriano. Por ejemplo, no se considera una solución adecuada para los pacientes con obesidad mórbida, en los que la cirugía bariátrica convencional es todavía la técnica de elección.

La selección del tipo de paciente más adecuado para someterse a este tratamiento es, de hecho, el primer paso del proceso. El equipo médico realiza una valoración multidisciplinar del paciente, tanto digestiva, como nutricional y psicológica, y posteriormente, si se le considera apto, éste ha de realizar una serie de pruebas preoperatorias, una analítica, una radiografía de tórax, una valoración anestésica, y según su edad y sus patología, una prueba de tránsito o una gastroscopia de planificación preoperatoria.

La intervención, que se realiza con anestesia general, tiene una duración de entre 60 y 90 minutos y permite reducir la capacidad del estómago por vía oral sin necesidad de abrir ninguna vía de acceso externa. A través de un endoscopio especial que transporta el instrumental desde la boca hasta el estómago, se realizan una serie de pliegues que consiguen reducir el tamaño y la capacidad del estómago, a la vez que enlentecen su vaciado.

La vía endoscópica, al ser mínimamente invasiva, ofrece beneficios sustanciales a los pacientes. Por un lado, reduce el dolor post-cirugía y disminuye el riesgo de complicaciones potenciales, como pudiera ser una infección, al no haber heridas. Además, contribuye a la estética por la ausencia de cicatrices, la recuperación es más rápida y las estancias hospitalarias son más cortas o en régimen ambulatorio, lo que permite una rápida reincorporación laboral. De hecho, sólo requerirá entre 12 horas y un día de ingreso hospitalario.

Tras recibir el alta médica, el paciente puede hacer una vida relativamente normal, sin necesidad de solicitar una baja médica. Un mes después, guiado por el equipo multidisciplinar de la Unidad de Obesidad del Hospital San José, podrá ingerir una dieta equilibrada convencional. Para alcanzar los mejores resultados y un peso adecuado, es fundamental que tras la intervención el paciente adquiera unos hábitos alimenticios y de estilo de vida saludables, adaptando tanto la cantidad como la calidad de los alimentos ingeridos y también el nivel de ejercicio físico. Por eso, el programa de seguimiento es clave: el control posterior que requiere esta intervención es fundamental e incluye un año de seguimiento médico, nutricional y psicológico. "El paciente debe cambiar sus hábitos de vida y eso no se consigue en un mes", advierte el especialista. El equipo capitaneado por Marra-López pretende primar la calidad a la cantidad. "Hemos querido ser restrictivos, no tratar a muchos pacientes, sino hacerlo bien", advierte.