MUJER, víctima de violencia machista y sin independencia económica. Éste parece ser el explosivo cóctel que lleva a las afectadas a abandonar los circuitos de inserción que les brindan instituciones como el Ayuntamiento de Gasteiz para salir del agujero en que se encuentran. Cuatro de cada diez (40%) abandonan los programas de ayuda, en la mayoría de los casos por problemas de dinero que les obligan a regresar con sus parejas. Una situación "preocupante" la que ayer describió la edil de Asuntos Sociales, Ainhoa Domaica, en respuesta a una pregunta planteada por el PNV.
Según los datos, el pasado año, 37 mujeres víctimas de violencia doméstica, con 32 menores a su cargo, fueron atendidas en los nueve pisos de emergencia de los que dispone el Ayuntamiento. Doce de ellas abandonaron el circuito de inserción en el que se encontraban amparadas. Y es que, según Domaica, cada víctima acude a los centros municipales con diferentes problemáticas en la mochila, ya que al maltrato por parte de su pareja se suman a menudo dificultades añadidas -económicas sobre todo- que suelen derivar en hogares desestructurados.
Y si los preocupantes casos de violencia machista se han convertido ya en un fijo en las páginas de sucesos, también lo son los expedientes que llegan a los servicios sociales. A pesar de que todavía son muchas las mujeres que no dan el paso de poner la denuncia, el pasado año el Ayuntamiento de Vitoria tendió diez unidades convivenciales más que en 2011, un ejemplo de que los episodios de malos tratos a las mueres se suceden día a día habiéndose convertido ya en una lacra a la sociedad no sabe cómo poner fin.
El lunes mismo, un joven de 29 años fue detenido por la Policía Local acusado de maltratar de forma muy violenta a su expareja, a la que al parecer amenazó con varias armas blancas y dos pistolas, una de fogueo y otra detonadora. Fue arrestado y acusado de un delito de violencia de género y de posesión de varias armas blancas y dos pistolas. La víctima, que había sufrido "intensos episodios violentos, maltrato físico y psíquico" desde hacía poco tiempo, fue atendida por la sección de Violencia de Género y Familiar de la guardia urbana.
A instancias de la instructora del atestado, los agentes se presentaron en el domicilio del varón, quien estaba en posesión de varias armas blancas, algunas automáticas, y de dos pistolas, una de ellas de fogueo y otra detonadora, aunque inutilizada para disparar balas, con las que había amenazado de muerte a la víctima. El detenido, tras entregar voluntariamente dichas armas, fue trasladado a comisaría antes de ser puesto a disposición judicial.
llodio y amurrio Por otro lado, la Diputación ha decidido prorrogar los convenios de colaboración que mantiene con los ayuntamientos de Amurrio y Llodio para coordinar la intervención ante situaciones de violencia de género con el objetivo de mejorar su calidad de vida y favorecer su plena integración y participación en la vida comunitaria. El servicio de apoyo psicológico dirigido a mujeres víctimas, familiares y menores, coordinado entre la Diputación y ambos ayuntamientos, atendió el año pasado a 55 mujeres, mientras que el servicio de asesoramiento jurídico hizo lo propio con 27 mujeres.