amurrio. El Instituto Zaraobe de Amurrio abrió la semana pasada sus instalaciones a unos alumnos poco habituales. Se trataba del personal y de los responsables de mantenimiento de diferentes empresas del Valle de Ayala, entre las que se encontraban Deguisa, Tubos Reunidos, Etxeguren y Gometegi, así como de representantes de la Agencia local de Promoción Socioeconómica Amurrio Bidean, a los que se quiso inculcar la necesidad de llevar a cabo un cambio de mentalidad en sus departamentos de mantenimiento, invirtiendo en nuevas tecnologías que ayuden a detectar fallos en los sistemas antes de que ocurran y tener que parar la producción.
La jornada se organizó con la colaboración de la empresa IRM-Preditec y tuvo su lado tanto informativo como formativo. Así, antes de pasar a la práctica, primero se explicó la apuesta que el área de Formación Profesional del centro educativo lleva años haciendo en el campo del mantenimiento predictivo o basado en la condición. Según Iñigo López, dinamizador del proyecto, "se trata de ofrecer a las empresas un servicio y unos equipos para que éstas puedan ir estudiando las ventajas de esta filosofía de mantenimiento".
De hecho, el propio Instituto Zaraobe cuenta en su oferta educativa, entre otros, con dos ciclos formativos directamente relacionados con el mantenimiento, por eso hace ya cuatro años que inició un camino que ha transitado desde la formación, pasando por la adquisición de los equipos, hasta la inserción de la materia en la formación del alumnado. Ahora quiere dar un paso más en la relación con las empresas, compartiendo con ellas sus conocimientos y los equipamientos de que dispone. El punto fuerte de esta vía lo constituye el denominado análisis de vibraciones, para lo que el instituto se dotó, entre otros recursos, de un analizador con diferentes kits de simulación de fallos en sistemas.
Durante la presentación, los representantes de las empresas manifestaron la dificultad que entraña un cambio de cultura como el que implica esta filosofía de mantenimiento, aunque "básicamente hay que convencerse de que una apuesta en este sentido implica una mejora en la fiabilidad de la empresa y una disminución en las pérdidas", subrayaron.
Para demostrarlo, la segunda parte de la jornada se dedicó a la práctica. Se realizaron análisis de vibraciones, alineación láser de ejes y detección de fugas por ultrasonidos, entre otras, y los asistentes pudieron ver y tocar las diferentes tecnologías en mantenimiento predictivo.
Para Juan Carlos Galán, de IRM-Preditec, hay que "hacer ruido y poner la semilla para que se extienda una nueva mentalidad, que prime la fiabilidad y la calidad, y se deje atrás el esquema clásico en el que los operarios de mantenimiento corren de un lado a otro solucionando problemas que nadie detectó". Además, Galán añadió que "no se puede mantener el criterio contable según el cual el mantenimiento predictivo entra en el capítulo de inversiones, y las clásicas operaciones de correctivo en el de gastos".
En estos tiempos de crisis "parece ser que los gastos cuya finalidad es no parar la producción se asumen, y las inversiones, aun teniendo un objetivo más global, no", apuntaron.