gasteiz. La querella argentina contra los crímenes del franquismo sigue dando pasos firmes, hasta el punto de que alguno de sus protagonistas podría llegar a ser imputado próximamente. No en vano, la jueza que instruye la causa, María Servini de Cubría, iniciará el próximo jueves 25 una serie de entrevistas con 12 víctimas de la dictadura mediante videoconferencias para complementar su instrucción del caso, toda vez que ha aceptado el escrito de imputación contra sus protagonistas, entre los que se encuentran Rodolfo Martín Villa, José Utrera Molina o Fernando Suárez.
Estas videoconferencias se convertirán en la primera medida probatoria del caso, según explicó recientemente el abogado argentino Máximo Castex en una conferencia de prensa celebrada recientemente en Buenos Aires recogida por el periódico digital Público. Se espera que la magistrada hable con tres testigos cada día, así que el proceso culminará, como tarde, los primeros días de mayo.
Una vez que haya conversado con los denunciantes, la jueza decidirá si procede a imputar a los responsables, en cuyo caso dictaría una orden de busca y captura internacional a través de Interpol para que sean extraditados a Argentina y declaren ante ella. Siempre y cuando no lo hagan motu proprio, circunstancia a todas luces improbable. Después, Servini de Cubría decidiría su situación procesal. "Las videoconferencias servirán para evaluar el pedido de imputaciones que tenemos", celebró Castex, "porque sumarán elementos de cargo para resolver la situación planteada en torno a los acusados".
"Es el mismo procedimiento que Garzón siguió con Pinochet", explicó por su parte recientemente a Elplural.com José María Galante Chato, miembro de la asociación de expresos y presas del franquismo La Comuna, que figura entre los promotores de la querella. Galante valoró de forma "muy positiva" la admisión de este escrito de imputación, donde "se piden diligencias indagatorias y se solicita que se ordenen detenciones internacionales".