SAN SEBASTIAN. Según ha informado la Ertzaintza, alrededor de las dos y media de la tarde de este pasado sábado, el personal de seguridad de un centro comercial de San Sebastián detectó en el aparcamiento una Renault Kangoo, que conocía porque estaba implicada en robos que se habían producido en este área comercial.
Minutos después, vieron cómo un varón que ocultaba un bulto bajo su chaqueta se dirigía a este vehículo y se montaba en él. Ante la sospecha de que hubiera cometido algún hurto, un guarda de seguridad se dirigió a esta persona y le pidió que le enseñara lo que ocultaba. El sospechoso hizo caso omiso y abandonó el lugar con la furgoneta, golpeando al coche de la empresa de seguridad y a otros dos automóviles estacionados.
En una rotonda próxima, un coche-patrulla de la Ertzaintza interceptó la Kangoo y el coche de la empresa de seguridad, que la seguía, le bloqueó la huida colocándose detrás. El ahora detenido iba acompañado por una mujer y tres niños de corta edad y, en la inspección del vehículo, encontraron seis pares de zapatillas y de calcetines valorados en 475 euros, que habían sido sustraídos en un establecimiento del centro comercial.
A esta persona, además de un delito de hurto, se le imputa por conducción temeraria y por los daños ocasionados a los coches con los que había colisionado. El arrestado, de 29 años, era la décima vez que era detenido por la Ertzaintza, la mayoría de ellas por delitos contra la propiedad.