TIene vacaciones pero no ha previsto viajar y no sabe qué hacer? Pues la comarca de Ayala y el Alto Nervión le ofrecen la posibilidad de vivir la pasión por su rico patrimonio histórico, cultural, natural y gastronómico hasta el próximo 15 de abril, acercándose a conocer sus museos, bodegas de txakoli, cascos históricos, caseríos y hoteles.
La oferta es extensa y para todo tipo de públicos. De hecho, los turistas podrán participar en las visitas guiadas gratuitas al casco histórico de Artziniega y al Santuario de la Encina, al Conjunto Monumental de Quejana o incluso a la ciudad medieval de Orduña y su casco histórico, que albergará un mercado de productores locales el 6 de abril, y cuyos hastiales de la Foru Plaza han sido decorados, recientemente, por pintores del municipio con una muestra de murales que quitan el hipo.
A los que les guste más el contacto con la naturaleza, además de las innumerables rutas de montaña y aventura que ofrece esta tierra, tales como la posibilidad de ver el nacimiento del Nervión desde un globo aerostático, una alternativa interesante la pueden encontrar en el parque de las energías renovables Aresketamendi en Amurrio. Un espacio dedicado al aire, sol, agua y biomasa, con 26 ingenios energéticos, donde los niños y adultos pueden probar y comprobar por sí mismos el funcionamiento de tales artilugios respetuosos con la naturaleza circundante. Dadas las lluviosas previsiones meteorológicas, también se han organizado multitud de actividades alternativas a cobijo, en el interior de los muchos museos que ofrece esta tierra, a caballo entre Álava y Bizkaia. Ahí están el del licor de Amurrio con sus centenarios alambiques, la fortaleza medieval de Quejana o en Artziniega, el museo de arte sacro y el taller del escultor Xabier Santxotena. Un museo vivo que plantea la más directa relación entre el espectador y el artista en una visita didáctica al génesis de la obra desde el laboratorio del volumen y la forma, y en el que el colectivo infantil podrá realizar una pequeña escultura en el taller.
Sin salir de esta localidad, también se encuentra uno de los mejores museos etnográficos de Euskadi, puesto que recrea el modo de vida rural y urbano de los habitantes del municipio y del conjunto de la comarca. La visita, además, puede aprovecharse para conocer la colección de máquinas de escribir antiguas y, si se hace el 6 de abril de 12.00 a 14.00 horas, para aprender a hornear pan a la vieja usanza.
A escasos quince minutos, en las inmediaciones del imponente pantano de Maroño, en las faldas de Sierra Salbada, se encuentra el caserío Izoria. En él reside una familia de pastores que estará encantada de enseñarle las instalaciones de su quesería Idiazabal y su mielería. Pero, si duda, lo que no se puede hacer si se visita Aiaraldea es marcharse sin conocer las bodegas de la ruta del txakoli, que muestran a los visitantes los secretos de la elaboración de sus caldos, con visitas guiadas.