vitoria. Se acaba el invierno y, con él, la amenaza de la gripe, aunque todavía habrá que esperar algunas semanas para que el virus deje de martirizar definitivamente a los alaveses. "Nosotros seguiremos controlando su evolución hasta la semana 20, a comienzos de mayo", advierte Olatz Mokoroa. Según los últimos datos recopilados por la Red de Médicos Vigía de la CAV, el sistema específico de vigilancia de la gripe que se pone en marcha todas las temporadas, la tasa actual se eleva a los 140,64 casos por 100.000 habitantes, un nivel de actividad "normal" y que tenderá a descender con el paso de las semanas.
Hace sólo dos semanas se notificaron 235,73 casos por 100.000, lejos de los 301,2 que marcaron el pico epidémico de la temporada, en la octava semana del año. A la espera de análisis más concienzudos, tal y como ya pronosticaron las autoridades sanitarias vascas en su día ésta ha sido una campaña de intensidad media, tanto por el número de casos como por la escasa virulencia de las cepas. Desde el inicio de la temporada ha existido una circulación mixta de virus de los tipos A y B, aunque el predominio claro ha sido de los segundos.
Hasta la fecha, se han declarado 34 casos graves hospitalizados confirmados por gripe en los tres hospitales que participan en la vigilancia, sin haberse lamentado, por suerte, ningún fallecimiento. Del total, el 68% han sido hombres, el 47% menores de 16 años y el 18%, mayores de 64. Respecto a las complicaciones, la mayor parte de los pacientes graves (29) desarrollaron neumonía y 19 requirieron su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos. Casi la mitad de esos casos complicados, 16, presentaba algún factor de riesgo y de ellos sólo el 60% había recibido la vacuna antigripal. Una de las cruces, un año más, de las autoridades sanitarias, que insistentemente recomiendan a los grupos de riesgo inmunizarse contra la gripe para evitar este tipo de complicaciones.