La población de Llodio y localidades limítrofes acudió ayer en masa a disfrutar de la CXX feria ganadera del Viernes de Dolores. Organizada por la asociación Aberedunak, transformó el espacio comprendido por la Herriko Plaza, la zona de Aldaikoerreka y el parking anexo al centro de FP en un caserío de dimensiones exageradas. La cita reunió una excelente selección del mejor ganado de la comarca y el Alto Nervión, que se complementó con una amplia variedad de productos agrícolas, alimenticios y artesanales, junto a maquinaria y elementos propios para el trabajo con animales o en el campo.

Encontrar una plaza de aparcamiento se convirtió en el principal problema de la jornada, aunque una vez en el centro hubo espacio para todo tipo de públicos. Los pequeños de la casa disfrutaron de lo lindo con los terneros y crías de burro que, pensando en ellos, acercaron los ganaderos de la comarca. No obstante, el protagonismo lo acaparó la exposición de cerca de 250 reses de vacuno, ovino, caprino y caballar. Llamaron especialmente la atención seis parejas de bueyes enjaezados por coloristas yugos y un imponente semental de caballo bretón, llamado Furia y perteneciente a José Ángel López, de Llodio. "Tiene 17 años, pesa 950 kilos y, aunque ahora ya no compite, ha tomado parte en pruebas de arrastre, figurado en bodas tirando de una calesa e incluso sacado toros de plazas, una vez lidiados", apuntó su propietario, que también acercó a la feria otros cuatro magníficos caballos que sirvieron para hacer demostraciones de herraje.

Otro punto de interés fue la exposición de aves exóticas, tan curiosas como los ko-shamos de Asia, las araucanas de Sudamérica, brahmas armiñadas de la India, patos mudos, gallos Kriell de Holanda o pavos de Norteamérica. No faltaron representantes de las razas de Euskal Oiloa, como las gallinas Leposoila.

"El sector está como está, pero no nos vamos a poner pesimistas que hoy es un día de fiesta, marcado en rojo en el calendario de todos los ganaderos de la comarca. Y nos ha acompañado hasta el buen clima", aplaudió Justo Urkijo, portavoz de Aberedunak. Según explicó, en "esta edición se ha aumentado el número de cabezas, con 60 ejemplares de bovino, 50 de equino y 120 de ovino, no sólo de raza latxa, sino también de ovejas assaf de origen israelí y de alto rendimiento lechero, porque nuestro objetivo siempre ha sido traer todo lo nuevo y todas las razas".

Junto a esta inmensa cuadra se encontraba un puesto de ternera Eusko Label, que distribuyó 600 hamburguesas sobre pan horneado in situ, por un euro. No fue el único manjar del baserri que el nutrido público pudo llevarse a la boca, ya que los puestos que invadieron la Herriko Plaza también acercaron el mejor género. Los pasteles, el queso, el talo y la sidra fueron los productos más solicitados, aunque también hubo una variopinta muestra de productos artesanos.

La cita se complementó por la tarde con un concierto de música sacra, a cargo de la Coral Santa Lucía en la parroquia de San Pedro de Lamuza, así como con tiradas de bolos en el bolatoki de San Roque. Otro acto ineludible fueron las pruebas de arrastre de piedra, con las parejas de bueyes de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa que están tomando parte en el XLII torneo de idi-probak, organizado por la sociedad deportiva Berrio. La competición arrancó el 16 de marzo, pero las pruebas continuarán hoy a las 21.00 horas con Mintegi Baserri de Zeanuri, Useisti de Berritxu, Telleria de Lasarte, y Hermanos Mendiko de Laudio. Mañana, a las 18.00 horas, les llegará el turno a Oliden de Orio, Unai Elorrieta de Laukiz y Aurrekoetxea anaiak de Bermeo, mientras que el broche de oro lo pondrán el lunes a las 21.00 horas las parejas de bueyes de Sistiaga (Urduliz), Izeta (Aia) y Bizkerre (Usurbil).

origen Esta feria ganadera data desde que en 1890, coincidiendo con la festividad religiosa del Viernes de Dolores, se inauguró en Llodio el nuevo recinto ferial de Arraño. Fue entonces cuando se comenzó a organizar la exposición y el concurso de ganado que, con algunos cambios, ha llegado hasta nuestros días. Es tal su importancia que tan sólo se ha dejado de celebrar cuatro veces: en 1937 por la Guerra Civil, otras dos por una grave epidemia que afectó a las reses y la caída de una intensa nevada, y en 2010 por el boicot de asociaciones a las ferias ante su disconformidad con el plan foral de gestión del lobo.

Lo más singular del festejo es que los laudioarras cuentan ese día con un permiso de gula que les permite consumir carne a pesar de que se trata del viernes de Cuaresma. Esta exención estaba motivada en su origen por la asistencia masiva de ganaderos se que acercaban andando a Llodio desde caseríos de todo el valle y transportando a sus animales. Se trataba, sin duda, de un importante esfuerzo físico que requería de una alimentación más fuerte.

La tradición también tendrá un papel protagonista mañana en Okondo. La Avenida Carlos Garaikoetxea acogerá a partir de las 10.30 horas la XVI Feria del Caserío, con los mejores productos frescos del agro vasco, en una cita con danzas y música.