Bilbao. El pleno del Parlamento Vasco aprobó ayer una enmienda en la que expresa su deseo de que se acelere la construcción de los tramos del Tren de Alta Velocidad (TAV) en Araba y Bizkaia, cuya ejecución corresponde al Gobierno central. Para ello la Cámara insta al Gobierno español "a definir los proyectos y consignar los créditos suficientes para la ejecución de las obras, en los plazos más breves posibles", de las conexiones con la Meseta, con el corredor navarro y con la frontera francesa.

El Parlamento aprobó una enmienda transada por PNV, PSE y UPyD en respuesta a una proposición no de ley de EH Bildu, en la que se pedía que el Gobierno vasco no destinara este año "un solo euro" a la llamada Y vasca. La iniciativa de EH Bildu fue rechazada al contar únicamente con el apoyo de sus parlamentarios, mientras que la enmienda resultó aprobada con los votos de los grupos firmantes y los del PP.

Aunque la enmienda insta al Gobierno Vasco a "continuar con la ejecución de las obras previstas del ramal guipuzcoano" de la Y ferroviaria y a urgir al Ejecutivo español para que acelere los tramos alavés y vizcaíno, en ella también se señala que las prioridades presupuestarias de este año son las políticas sociales y la promoción del empleo.

El parlamentario del PNV Norberto Aldaiturriaga expresó su preocupación por el retraso de las obras del TAV que corresponden al Ministerio de Fomento (Araba y Bizkaia), frente a los ritmos más rápidos de Gipuzkoa, donde el Gobierno vasco ejecuta los trabajos adelantando la inversión, que después se descuenta del Cupo. Aldaiturriaga reiteró la propuesta realizada por el senador Jokin Bildarratz a Mariano Rajoy y por la consejera vasca de Medio Ambiente y Política Territorial, Ana Oregi, al Ministerio, de extender este modelo de gestión del proyecto a los tramos de los ramales alavés y vizcaíno que aún no han sido licitados.

El presupuesto Durante el debate de la proposición y la enmienda, el parlamentario socialista Jesús Zaballos se mostró convencido de que la Y ferroviaria vasca podrá estar operativa en 2016, siempre que el Gobierno vasco "siga el ritmo" en las obras y que se hagan las gestiones "para que los tramos de Álava y Bizkaia avancen en paralelo".

En representación del PP, Borja Sémper, destacó que el TAV modernizará Euskadi y hará su economía más competitiva, además de mejorar las conexiones con Europa y el Estado. También recordó que EA, integrada en EH Bildu, formó parte en su día del Gobierno que dio comienzo a las obras, aunque sus parlamentarios ahora rechacen el proyecto.

En su defensa de la proposición no de ley sobre financiación del TAV, el representante de EH Bildu, Oskar Matute, criticó que el presupuesto del Gobierno vasco de este año contemple un recorte de 1.200 millones respecto al de 2012 pero reserve una partida de 350 millones para tren de alta velocidad y que además el Ejecutivo de Urkullu se ofrezca a adelantar el dinero para las obras de Araba y Bizkaia. "¿No habíamos quedado en que no había dinero? ¿Cómo hay dinero entonces para adelantar los tramos de Bizkaia y Araba?", preguntó Matute. También dijo que desde el punto de vista de la rentabilidad social y medioambiental le inquietaba "conocer la planificación integral de este Gobierno y de quienes sostienen el proyecto del TAV en torno al transporte".