vitoria. El Parlamento Vasco instó ayer al Gobierno central a desistir de "cualquier nuevo intento" de revocar el cierre definitivo de la explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña, previsto para el 6 de julio de este año.
Esta exigencia, recogida en una enmienda transada entre EH Bildu y PSE-EE, a una iniciativa original socialista, ha recibido también el apoyo del PNV, mientras que PP y UPyD han votado en contra de la mayoría de los puntos que se recogían en dicho documento.
Así, a través del texto aprobado, el Parlamento Vasco se ratifica en anteriores propuestas a favor del cierre definitivo de Garoña, que se desconectó de la red eléctrica el pasado mes de diciembre, y reclama que el Gobierno central acelere su proceso de desmantelamiento, con especial énfasis en "la garantía de la seguridad y en la transparencia informativa".
También ha defendido la constitución de una comisión interinstitucional para el seguimiento de este proceso y ha emplazado a los ejecutivos central y vasco a que consideren a los ayuntamientos de la zona como beneficiarios de medidas compensatorias por el cierre. Este último punto ha sido respaldado por el PP, y UPyD se ha abstenido.
Desde las filas del PSE, Natalia Rojo se mostró preocupada por las declaraciones efectuadas por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, quien explicó que mantiene conversaciones con el operador de la planta para que ésta permanezca abierta más allá de julio. Con todo, "hoy vemos el cierre como una realidad", dijo Rojo, quien planteó que a partir de su clausura se abra un debate energético en el que cobren protagonismo las energías renovables.
Desde EH Bildu, Igor López de Munain dejó claro que su grupo no aceptará "ninguna negociación con Endesa o Iberdrola", propietarias de la central, para que ésta permanezca abierta, y reclamó una política energética que esté liderada por los poderes públicos y no por empresas privadas. Por su parte, el parlamentario Juan Carlos Ramírez (PNV) alertó también de la existencia de "movimientos raros" para que Garoña obtenga otro permiso de explotación, pero confió en que estos finalmente no fructifiquen.
El popular Carmelo Barrio indicó que desconoce "si Garoña está obsoleta o vieja", pero sí opinó que está "viejo, obsoleto y caduco" el debate sobre la misma, al tiempo que subrayó que "hoy la previsión empresarial es de cierre definitivo". Por último, Gorka Maneiro (UPyD) consideró "cansino" volver a solicitar el cierre de la central y dijo que su grupo político no pedirá tal cosa "mientras los técnicos no analicen si puede seguir funcionando".