gasteiz. El Ayuntamiento escuchará finalmente al colectivo de repartidores de mercancías del centro y, de momento, no pondrá en marcha este mes de marzo, como estaba previsto, el polémico plan que encargó a DHL para restringir la entrada de vehículos de reparto a esta zona. Después de varios meses de silencio institucional hacia este colectivo, el teniente de alcalde, Miguel Garnica, aseguró ayer a un portavoz de este grupo que el Ayuntamiento paralizará la entrada en vigor de dicho plan y revisará el posicionamiento inicial en aras de dotar al mismo del consenso necesario. Hasta ayer, el proyecto había sido calificado como un "absoluto disparate" por parte de los afectados, que ya habían logrado sumar a su causa a la Asociación de Comerciantes, la Asociación de Hostelería, prácticamente la totalidad de los sindicatos y fuerzas políticas como el PNV, que ayer exigió "mucho más consenso" antes de acometer un cambio tan radical. "El papel lo aguanta todo, pero necesitamos mucho más diálogo para cambiar de la noche al día un modelo de reparto que afecta a tantas empresas", sostuvo ante este periódico el concejal Álvaro Iturritxa.

El Proyecto de Distribución de Mercancías elaborado por la multinacional DHL planteaba en un primer momento prohibir totalmente el acceso de los vehículos de transporte de mercancías al centro urbano peatonal y habilitar una serie de zonas de carga y descarga controladas por parquímetros en varias calles adyacentes para que desde allí se llevara a cabo el reparto por medios manuales (carretillas, traspaletas?). Sin embargo, hasta ayer, casi ocho meses después de su lanzamiento público, el PP seguía planteando una "ridícula" apertura de 7.00 a 9.30 horas para que los vehículos accedieran al centro e hicieran uso después de las zonas de carga y descarga. Una medida duramente criticada por el sector, que había lamentado a su vez la intención del Ayuntamiento de priorizar una actividad de ocio frente a una actividad económica fundamental para Vitoria. Así que en vista del rechazo generalizado, el PP no ha tenido más remedio que recular. Y de momento, a la espera de nuevos encuentros, algunas de las señales que ya recogían en las calles del centro las nuevas condiciones de la carga y descarga ya han sido tapadas para no inducir al error, destacó ayer un portavoz oficial.

impacto económico A juicio del presidente de la Asociación de Distribuidores de Álava, Patxi Unanua, el plan, "además de una imposición, es un disparate imposible de llevar a efecto". Según un estudio elaborado por este colectivo como réplica al proyecto de DHL, su puesta en marcha tendría un impacto económico inasumible sobre los costos que actualmente soportan las empresas del sector, ya que sólo para atender la demanda del centro deberían incrementar tanto su estructura logística como de personal. Según este mismo informe, el polémico plan también incidiría en la salud y la seguridad de los trabajadores, pues obviaría cualquier normativa de prevención al verse obligados los operarios a recorrer distancias medias de más de 300 metros en cada reparto, casi cinco veces más de lo que invierten ahora. Por no hablar de las consecuencias sanitarias, concluye Unanua, que la medida tendría en las mercancías congeladas una vez rota la cadena de frío. "Sería una ruina para empresas y clientes".