Amurrio. La sala de muestras de La Casona en Amurrio alberga hasta el jueves una exposición sobre los hallazgos encontrados en el yacimiento romano de Elexazar en las campañas arqueológicas de 2009-2011. DNA ha estado con el director de las excavaciones, Juanjo Hidalgo, para conocer las claves de la importancia de este descubrimiento que "confirma la presencia romana en Amurrio entre los siglos I a III".
¿Dar con este yacimiento fue fruto del azar?
Para nada. Que había algo en el entorno lo suponíamos por evidencias toponímicas (Elexazar: eliza zaharra, iglesia vieja en euskera) y de referencia oral (testimonios en torno a una iglesia antigua) documentadas. Pero costó dar con él porque se trata de pinares muy difíciles de prospectar, cerca de un robledal antiguo que es donde hace cuatro años el vecino de Larrinbe y miembro de mi equipo, Andoni Aldama Murga, dio con un túmulo de grandes proporciones que, en un primer momento, todos pensamos que se trataba de los restos de una iglesia antigua. Sin embargo, los primeros sondeos efectuados pusieron sobre la mesa que aquel amontonamiento de piedra, cubierto de hierba por el paso del tiempo y con un aspecto muy similar al de cualquier edificio al derrumbarse, podría corresponderse con un antiguo asentamiento romano.
¿Cómo lograron confirmar que, efectivamente, se trataba de un yacimiento romano?
La única forma de saberlo era solicitar permiso foral para excavar y realizar el correspondiente sondeo que confirmara que se trataba de un hallazgo arqueológicamente fértil, porque los restos de las paredes no se correspondían con los de una iglesia. Así lo hicimos y la datación por análisis radiocarbónico arrojó que se trataba de restos arqueológicos procedentes de una fecha situada entre los últimos años del siglo I y finales del siglo II, correspondiente al período romano de la dinastía Antonina.
En la muestra presente en Amurrio se pueden contemplar varias de las piezas encontradas en los trabajos de excavación, pero ¿por qué es importante este hallazgo?
La importancia de este enclave no es que sea de época romana, que hay muchos, sino que se haya localizado en una zona -la de la vertiente cantábrica- que siempre se ha dicho que estaba menos romanizada, y ésta es la prueba que confirma la presencia romana en Amurrio, sin olvidar que el yacimiento está muy cerca del ya conocido de Aloria (excavado entre 1989 y 1997), también de época romana. Otro de los motivos por los que es importante Elexazar es que está situado en pleno monte y en altura; concretamente, en las cercanías de las cumbres de Askargan y Peña Negra, en la frontera con el municipio vizcaíno de Orozko, y a 550 metros del nivel del mar. Hasta el momento se han excavado tres construcciones individualizadas, una de las cuales con planta cuadrangular con la típica distribución en torno a un amplio patio central, tan propia de los modelos mediterráneos, pero quedan otras dos por estudiar que están separadas por calles empedradas y que nos dan indicios de urbanismo. Ahora la pregunta es qué hacían ahí, en qué trabajaban y por qué, ya que sabemos muy poco de este tipo de asentamientos.
Por sus palabras se entiende que van a seguir indagando…
Hay intención de seguir este mismo año 2013 con los trabajos de excavación arqueológica y de hacer más analíticas y dataciones, para poder convertir las hipótesis en tesis mediante una demostración científica.
Aunque se trate de meras hipótesis, ¿qué creen que hacían los romanos en un monte de Amurrio?
La aparición de diferentes elementos de hierro y plomo, incluso un yunque de herrero y un pequeño hogar-horno, hacen pensar en Elexazar como un asentamiento de carácter metalúrgico, relacionado con la explotación de los recursos naturales del entorno. De hecho, en las proximidades están las minas de plomo de Baranbio y estoy convencido de que los romanos conocían su existencia. Tampoco debiera descartarse una posible dedicación ganadera de Elexazar en los amplios espacios de montaña que rodean el yacimiento para abastecer las necesidades de núcleos de población cercanos o de contingentes militares, que no quita que fuese una función a añadir a la de la fundición metalúrgica. Pero insisto en que son hipótesis a demostrar, a las que hay que añadir que, si se trataba de un lugar de trabajo y dormían allí, nos encontramos con otra función a investigar: la espiritual y religiosa, que completa mucho el yacimiento.
De hecho, la joya de la corona de lo hallado hasta el momento es una especie de altar, ¿no?
Sí, es importante destacar el hallazgo de un taurobolio, aparecido en dos trozos y en posición no original. Se trata de un ara labrada en un bloque rectangular de arenisca de 50 x 30 centímetros y unos 60 kilos, con un bajorrelieve en su cara frontal, donde aparece representada la cabeza de un toro enmarcada por una doble orla rematada en frontón clásico. Estaríamos, pues, ante un elemento de carácter simbólico relacionado con el culto a lo sagrado, ante el que orar, sacrificar o pedir la necesaria protección para el propio individuo o para la buena marcha de todas las actividades desarrolladas en Elexazar, aunque no hay nada que nos haga suponer que tras ello se hicieran sacrificios animales. Lo que sí podemos decir es que este hallazgo está relacionado con el culto a Cibeles, una divinidad de origen frigio que era venerada en Roma como la Magna Mater de la naturaleza y la fertilidad. Varias aras de este tipo han aparecido en la zona media de Navarra y al oeste de Aragón, la mayoría datadas en el siglo IV, lo que podría venir a demostrar la pervivencia de antiguos rituales paganos en un momento en que el Imperio era ya oficialmente cristiano. En este sentido, la aparición de una moneda del emperador Alejandro Severo emitida en el año 227 después de Cristo, aparecida en el mismo nivel y a escasos centímetros del taurobolio, podría aportar una datación indirecta de esta ara. Ya he citado que la hemos encontrado en dos trozos y fuera de su lugar original y, por ello, un tanto descontextualizada cronológicamente. Su base está acondicionada para apoyar sobre un pedestal que no hemos encontrado y sería muy importante dar con él en próximas excavaciones para conocer más detalles de esta pieza.
La exposición estará en Amurrio hasta el jueves, ¿cuál es su próximo destino?
La muestra irá directamente a los fondos del museo Bibat de Vitoria, donde ya estuvo expuesta de julio de 212 a enero de 2013. No hay previsto llevarla a ningún otro municipio. A Amurrio tenía que venir por lógica, ya que se trata de un yacimiento encontrado en sus límites territoriales. Si está decidido que el ara o taurobolio se quede en la exposición permanente de la zona dedicada al Imperio Romano del museo gasteiztarra, aunque seguro que la solicitan para exponer en más lugares. Así que las personas que quieran verla pueden venir hoy domingo de 10.00 a 14.00 horas, o de martes a jueves de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 19.00 horas, porque luego volverá a la capital alavesa.