Vitoria. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) -institución estatal encargada de la gestión de la mayor parte de las cuencas hídricas del territorio histórico de Álava- decidió ayer mantener el desembalse de casi 31 metros cúbicos por segundo del pantano de Ullibarri Ganboa dada la situación de estabilidad del cauce del Zadorra. El vaso llegó a soltar ayer hasta 70 metros cúbicos por segundo, 4,2 millones de litros por minuto, una cantidad que ya se redujo a última hora de la noche del martes hasta los cerca de 30 metros cúbicos.
En principio, la Confederación tiene intención de mantener el actual nivel de desembalse ya que el caudal del río a su paso por Abetxuko, uno de los puntos conflictivos en Vitoria, estaba en unos 45 metros cúbicos por segundo, cuando ha llegado a alcanzar los 85. Las decisiones futuras sobre el desembalse vendrán dadas por las previsiones meteorológicas que anunciaban lluvias para ayer, pero en la capital y alrededores sólo se registraron precipitaciones débiles. Fuentes de la Confederación explicaban que para la pasada madrugada se podría haber vuelto a desembalsar a un ritmo de entre 60 y 70 metros cúbicos por segundo, pero de forma temporal y por la aportación de agua proveniente del deshielo de la nieve caída el martes. Ya a partir de hoy y para los próximos días las previsiones meteorológicas son de estabilidad y de ausencia de precipitaciones, por lo que la atención para decidir el nivel de desembalse futuro vendrá determinado por la velocidad de ese deshielo, pero no se prevé que se puedan producir desbordamientos. Actualmente, el embalse de Ullibarri se encuentra por encima del 87% de su capacidad, cuando el pasado sábado llegó a superar el 93%.
Toda vez que el pantano continuaba desembalsando, desde la Agencia Vasca del Agua (URA) se quiso explicar que "no hay previsión de cambio". Asimismo, la citada entidad aseguró que mantiene el seguimiento en el río Zadorra a la espera de lo que suceda con el deshielo y las posibles lluvias, aunque la situación es de "tranquilidad". Pese a esta aparente ausencia de incidencias reseñables, la ribera del río alavés por excelencia volvió a transformar su fisonomía aguas abajo de Vitoria hasta anegar diferentes tierras de cultivo en localidades como Trespuentes. Además, aguas arriba, el continuo desembalse se dejaba notar en todo el cauce, con vías secundarias cortadas y con el río desbordado en diferentes localidades.
Aún así, la jornada de ayer sirvió para ir recuperando la normalidad tras la nevada del martes. La nieve desapareció en gran medida de las calles y de las parcelas, mientras que las carreteras de la red viaria volvían a ser transitables. Al menos, en su mayor parte. En concreto, sólo el puerto de Opakua estuvo cerrado a todo tipo de vehículos. Al respecto, el Departamento de Seguridad informó de que, además de la citada cima, también estuvo vetado para camiones articulados el puerto de Otzaurte, en Gipuzkoa.
Accidente con ocho vehículos En el resto de la red viaria se circuló con normalidad, a excepción de en la N-I a su paso por Agurain, en sentido Vitoria, que quedó cortada por una colisión múltiple en la que se vieron implicados once vehículos. Dos personas resultaron heridas de carácter leve. En cualquier caso, minutos después de las doce del mediodía, los dos carriles de la autovía quedaron abiertos al tráfico tras haberse derivado éste por las calles de la citada localidad desde primera hora de la mañana. Al parecer, el hielo podría estar detrás de este accidente.